Las quejas por altos precios rebotan en cada colmado
Santo Domingo.- Los incrementos de precios que se han presentado en la mayoría de los productos de consumo masivo han puesto a los consumidores en una situación de difícil tratamiento.
Los colmados continúan como la principal fuente en los barrios y zonas rurales, lo que deja a la población a merced de lo que decidan los almacenistas, que son los suplidores, y la decisión particular que toma el propietario del colmado.
La venta al detalle de una gran parte de los productos que a diario consumen los dominicanos ha desaparecido.
Resulta casi imposible vender dos pesos de salsa de tomate la sal en grano fue prohibida y ahora es obligatorio comprar un potecito con el producto molido. Las verduras y los víveres también han subido.
Los clientes de los colmados se quejan de que los altos precios imposibilitan completar la comida, mientras que el colmadero dice que él no puede hacer más nada que transferir a sus clientes el incremento que han aplicado los almacenistas.
Vicenta Peguero, una mujer soltera a la que le ha tocado mantener a sus dos hijos, cuenta que su calidad de vida ha disminuido y que en su barrio, Pueblo Nuevo, Los Alcarrizos, la mayoría de las personas piensa igual que ella.