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Los compradores compulsivos encuentran en este día una justificación perfecta para adquirir productos innecesarios.

Los compradores compulsivos encuentran en este día una justificación perfecta para adquirir productos innecesarios.

“No compres cosas innecesarias con la excusa que son baratas”, así reza un dicho popular que debería ser un principio firme a la hora de comprar en una época donde los descuentos y las ofertas están al dos por uno.

Para nadie es un secreto que al hablar de compras innecesarias las mujeres son el blanco número uno, la psicóloga Carmen Rodríguez explica que las mujeres son más compulsivas a la hora de comprar que los hombres porque la manera de pensar de ambos en este aspecto es muy diferente.

“Por un lado, tenemos a los hombres que entienden que las compras deben hacerse para cumplir con una necesidad y una vez adquieren lo que andan buscando, quieren salir huyendo de la tienda. Por el otro lado, las mujeres, normalmente van de compras, disfrutan el paseo, y no solo se llevan lo que fueron a buscar, la probabilidad de que compren artículos que no estaban buscando, o que encuentren un 'buen especial' es bastante alta”, sostiene.

El economista Ciriaco Cruz coincide con la experta en la conducta humana y recalca que las mujeres siempre son más propensas a la propaganda.

“En las campañas de marketing de las empresas las mujeres constituyen el objetivo fundamental de sus ventas. La propensión de la mujer de gastar más que el hombre en determinados artículos, es fruto de un 'constructo social' que forma parte de una economía de mercado, donde el consumo notable se constituye en la esencia del 'ser', y en donde la gente quiere llamar la atención del otro”.

Artículos de alta demanda

Estudios de Marketing indican que las mujeres son altamente demandante de productos personales, productos de belleza, prendas para vestir, zapatos, ropas, textiles, perfumes, carteras, entre otros.

“Normalmente la ropa y los zapatos están en primer orden para las mujeres, maquillaje y prendas también son adquiridos, muchas veces sin que sean una necesidad, o sea, que las mujeres muchas veces compran cosas que ya de por si tienen en casa, a veces por 'el buen precio' o por el especial que encontraron en la tienda, aunque no hayan salido a eso. Los perfumes forman parte de los artículos que a las mujeres les gusta comprar también”, afirma Rodríguez.

Añade que también están aquellas mujeres que les gusta mantenerse a la vanguardia de la tecnología, y constantemente están cambiando los dispositivos como celulares inteligentes, computadoras y tabletas.

Necesidad versus capricho

La psicóloga enfatiza que hay que trazar una línea clara entre el gusto o placer por las compras dentro de un contexto prudente y manejable.

A la interrogante de cómo darse cuenta si el comprador es compulsivo, responde que cuando las compras se tornan parte de sus vidas, gastando más de lo que realmente puede y cuando compra artículos que no son útiles o que son repetidos, son señales que la persona está fuera de control con los gastos.

“La sensación o excitación que siente la persona que es compradora compulsiva, es una sensación efímera tal cual sería cualquier otro tipo de sensación con relación al sexo, a la droga o al juego”, agrega.

De su lado, el experto en finanzas destaca que lo que es una necesidad para algunos puede ser un capricho para otros, lo importante a la hora de comprar debo cuestionarme si lo necesito realmente, si lo puedo pagar y qué uso le daré.

“Lo primero es que las necesidades constituyen una 'carencia a algo unida al deseo de satisfacción' si eso no es evidente, entonces las cosas que usted compra es una capricho. La primera pregunta que debe hacerse un comprador es si lo que está comprando le hace falta, si le resuelve un problema; de lo contrario la compra será fruto de un capricho, y no una necesidad tajante”, apunta Cruz.

¿Las compras son una adicción?

La experta revela que las compras compulsivas están relacionadas muchas veces con otras patologías, y se ven muy frecuentes en individuos depresivos. También se relacionan a personas que padecen de trastornos alimenticios como la bulimia y anorexia, y en los cleptómanos, que son aquellos que tienen la urgencia de robar o tomar cosas de los demás.

“Puede convertirse en una adicción, por lo que la terapia es recomendada, sobre todo si el entorno se está viendo afectado e impactado negativamente. La terapia cognitivo-conductual se recomienda, ya que se necesita trabajar sobre las ideas distorsionadas y que al cambiar estas, las conductas se modifiquen”, considera Rodríguez.

Consejos para las compradoras compulsivas

“Si la persona está comprando más de lo que necesita, si está gastando lo que no debe gastar, y sobre todo si después de hacer compras innecesarias la persona siente culpa y ese placer o satisfacción se convierte en pensamientos negativos por lo que hizo es bueno revisar y auto analizarse”.

La especialista dice que lo primero es hacerse consciente y responsable de la situación, es decir, reconocer que se tiene un problema. Luego de esto, se puede llevar a cabo acciones sencillas para controlarse:

No tener las tarjetas de crédito contigo siempre. Anda con el efectivo que puedes gastar únicamente. Cuando salgas de compras, sal con una lista de lo que realmente necesitas comprar. Como en el tratamiento de cualquier adicción, evita lugar, persona o circunstancia que te lleven a comprar compulsivamente. Sustituye por otra actividad cuando te den deseos de comprar. Analiza, si el deseo a las compras surge cuando estas manejando algún conflicto o situación desagradable, si es así, enfrenta dicha situación o conflicto directamente en vez de distraerte comprando. Ten a alguien de tu confianza y afecto que te pueda brindar apoyo en momentos difíciles Busca ayuda profesional si es necesario, recuerda que las compras compulsivas generalmente están relacionadas o van de la mano con otras situaciones como depresión, trastornos alimentarios y alcoholismo o consumo de otras sustancias.

“De no ser tratada, las personas pueden llegar a la bancarrota, a meterse en situaciones financieras difíciles. Se han visto casos de personas que pierden sus familias, por no parar a tiempo. Socialmente la persona se puede aislar por tener que esconder ese problema”, concluye Rodríguez con la certeza de que al comprar compulsivamente se pierde a veces lo más por lo menos.

“Las mujeres son más atraídas hacia “buenos especiales” y los expertos en marketing estudian la manera de pensar de las personas, y los segmentos de mercado a los cuales se dirigen, por ende, dirigir las oferta y las promociones hacia las mujeres y la manera de pensar de estas con relación a las compras, les garantiza cierto éxito en las ventas”, Carmen Rodríguez, psicóloga.

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