RD debe exportar calidad en todo lo que produce

Las hazañas del equipo dominicano en el Clásico Mundial de Pelota han sobrepasado las esferas del juego mismo. La entrega de los prospectos del juego y la dirección inteligente, fue oportuna para demostrar al mundo que República Dominicana cuenta con una élite de calidad suprema en este deporte.

Además, con tres de cuatro equipos en las semifinales, el Caribe exhibió su pasión y tradición por la pelota, convirtiéndose en epicentro del juego. Más aún, el liderazgo de la República Dominicana en la pelota fue notable con la presencia de peloteros de otros equipos que han participado en la liga profesional dominicana, incluyendo un mánager que también tiene sangre dominicana. Más allá del plátano, ¿cuál es la clave para el éxito de la pelota dominicana en el mundo? ¿Es posible trasladar este éxito a otras disciplinas?

Lo cierto es que la experiencia dominicana en la pelota es ya una inspiración para el desarrollo de disciplinas que necesitan empuje en el país. Yo apuesto, por ejemplo, a la ciencia. En pelota, los dominicanos nos hemos ganado fama mundial por la calidad de nuestros peloteros, y más, por ser el país con más jugadores per cápita en Grandes Ligas.

En ciencia, en cambio, la historia todavía no es tan agradable. Los resultados inmediatos de la ciencia son evaluados por la cantidad de artículos publicados en revistas científicas acreditadas, lo que infiere la calidad de las investigaciones. Para tener una idea de la situación en ciencia no solo de la República Dominicana sino de Latinoamérica, basta con observar que, en 2011, de los 40 principales países con artículos publicados solo tres son de la región (Brasil, México y Argentina). Sin embargo, esta realidad no determina el futuro de la región.

El mundo está atento al auge que está viviendo Latinoamérica en diversos aspectos, incluyendo la ciencia, en la cual Suramérica ha anunciado una visión de crecimiento hacia la internacionalización con la inversión en recursos humanos y el intercambio entre científicos. República Dominicana no es la excepción. Al contrario, nuestro país tiene una oportunidad única para convertirse en epicentro de la ciencia junto a el Caribe, así como lo ha alcanzado en el juego de pelota.

En pelota, el dominicano sabe que es bueno porque “ nace con el bate, el guante y la bola” en la mano, juega todos los días, tiene preparación asegurada en ligas locales, juega campeonatos formales e informales que permiten desarrollar y mostrar el talento, y así convertirse en jugador profesional con mucha posibilidad de llegar a Grandes Ligas.

Como consecuencia, el país exporta calidad reconocida y logra liderazgo internacional; con el clásico, llega el momento de confirmarlo y llama a sus estrellas para formar un equipo de prospectos que consigue el título mundial. Siguiendo el esquema de la pelota, los resultados aplicados a la ciencia no diferirían para la República Dominicana. Sin embargo, no se trataría de competencia entre naciones, sino más bien se aseguraría el crecimiento en el nivel y calidad de las investigaciones, y de tal manera se abren las puertas a colaboraciones internacionales en la materia.

Hoy día, República Dominicana cuenta con valiosos profesionales dedicados a la ciencia en el país y en el extranjero. De igual manera, talentosos estudiantes en nuestras universidades y otros tantos a través del mundo estarán dispuestos a integrar al equipo de profesionales que junto a colaboradores internacionales convertirían al país en líder en ciencias.