¿Dominicana yo?

Dioni Leticia Pérez Vásquez (conocida como Leti en el barrio Cienfuegos de Santiago) dice que ama su país, República Dominicana, pero que no piensa volver.

Y es que, queridos negritos, nuestra Leti se acostumbró muy rápido a la vida fácil en Estados Unidos y dice que los dominicanos son demasiado bullosos y rastreros.

Si alguien le pregunta, Leti dice que nació en Chile o Colombia, pero nunca, “jamás de los jamases”, según nuestra protagonista, revela que es dominicana.

De acuerdo a sus palabras, cuando decía que era dominicana la gente la miraba raro y se alejaba.

Siempre repite el mismo cuento de cuando vivía en un edificio lleno de dominicanos en Washington Heights y no podía dormir por la bulla y el desorden. Cuando estaba recién parida debía aguantar al vecino con un radio encendido a toda hora y, encima, soportar el boche cuando fue a pedirle que bajara la música y el señor le dijo que “ese radio lo compró él con su dinero y que ojalá que le explotaran los oídos”.

Eso bastó para que olvidara su patria.

Por eso, pasa horas frente al espejo ensayando un acento que nunca tuvo y le huye al sol como el diablo a la cruz porque ser más “prieta” no le beneficia en nada. Hace 10 años que nuestra Leti no vuelve a su patria, llena de sol, música y gente bullosa.

Hace 10 años que Leti finge ser lo que no es. Hace 10 años que solo se reúne con estadounidenses y europeos mientras finge ser una dama de sociedad.

Por eso decidió mudarse de Washington Heights e irse a vivir en las afueras de New Jersey. Dónde los vecinos no saben quién vive al lado y dónde no se ve ni un negrito, porque “prieta solo ella”.