Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

LAS PÁGINAS BLANCAS

Galatea

Avatar del Listín Diario
Carlos X. ArdavínSanto Domingo

Escribo roca, piedra transparente, oscura flor de la melancolía. Lo malo de hablar en verso es que casi nadie te comprende.

Galatea sonríe tras las páginas del libro; a ella le han alcanzado mis palabras: apenas un murmullo de reloj antiguo. Polvo, milagro solar en medio de la lluvia del otoño, cuerpo para el cultivo de la dicha, caligrafío en el folio despoblado de mi pensamiento.

Después de infructuosos ejercicios, más vale dejarlo. Aprender a borrar supone también una ardua disciplina. Observo mis manos después del trabajo inconcluso: dedos afilados, más bien elementales, con los que he ido componiendo mi escritura. Estampados de manchas grises, se mueven ágiles sobre las hojas, palpan con serenidad las uvas de la tarde y abrazan a los árboles del parque como si fuesen muchachas dormidas. Mis manos, instrumentos de la inteligencia y el aprendizaje.

Con ellas tantas veces he navegado el pelo oscuro de Galatea, que ha venido a casa para mostrarme su nuevo tatuaje, cerca del ombligo, y los pantalones ceñidos que la hacen lucir más delgada. Ella, que tiene la dimensión de una lanza perfumada.

Sonrío. Galatea nunca está conforme de sí misma. Me coge las manos, las aprieta contra su pecho de mínima escarcha, las huele como el pan recién salido de las tahonas. Huelen a harina y luz, a versos derramados, me dice, poética y febril. Galatea, penúltima rosa que me regala el azar o los dioses.

Tags relacionados