Las tumbas de los Trujillo

La muerte es la única certeza que nos persigue desde que nacemos. A unos con más elegancia que a otros pero, a todos los ataca con la misma determinación e inclemencia. Su estela es patrimonio de los vivos, de los que se quedan, a los que le queda el dolor y la memoria. “Hay muertos que van subiendo/ mientras más su ataúd bajaÖ”, dice Manuel del Cabral en su poema “Aire durando”. En el caso de los Trujillo, pareciera que mientras más tiempo transcurre después de la muerte, más queda su apellido gravado en el lado indignante del panteón de nuestra historia.

Recientemente Franklin Gutiérrez, publicó “Las tumbas de los Trujillo”, título que no sorprende después de su texto: “De cementerios, varones y tumbas”. En este libro se documenta el estado de deterioro en que se encuentran las tumbas de grandes escritores de nuestro país. En esta ocasión, nos cuenta la historia del dictador y su árbol genealógico desde el retrato de sus tumbas. Empieza con la descripción del deceso de José Trujillo Valdez y termina con el de Luis Rafael Trujillo Molina, hijo fuera de matrimonio del dictador.

“Les temps passe / Les souvenirs reste” (El tiempo pasa/ El recuerdo queda). Así reza la traducción de la inscripción colocada frente a la puerta del primer panteón que ocupó el cadáver del dictador Rafael Leonidas Trujillo en el cementerio Pere Lachaise en París, donde permaneció nueve años antes de ser trasladado al cementerio El Pardo, en Madrid.

Franklin Gutiérrez arma el libro con la coherencia cronológica y de sentido de una novela. Primero cuenta una breve biografía del personaje, destacando los puntos más sobresalientes de su personalidad, y termina con los detalles de su muerte y sepultura. Aunque no es una historia donde los muertos hablan como Pedro Páramo, las puntualizaciones de humor negro en algunos de los episodios bien podrían ubicarlo en una tendencia narrativa posrulfiana.

Sin perder rigor esos destellos de humor, unidos a detalles biográficos curiosos, dan a “Las tumbas de los Trujillo” un estilo ameno que produce una lectura placentera. Ese es de los puntos más sobresalientes del libro: la conjugación entre el cientificismo, la seriedad de un tema histórico de relevancia indiscutible y el impulso narrativo. A esto se suma la profundización en un tema muy conocido. Es casi general el conocimiento de lo que sucedió a partir de la muerte de Trujillo; pero el hecho de que Franklin Gutiérrez se enfocara en lo que sucedió con el cadáver del dictador, así como con los lugares que ese cuerpo sin vida ha habitado, aporta informaciones de interés, en especial para los estudiosos del tema trujillista.