Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EL AÑO JUBILAR

Radio Santa María el folclore para alfabetizar

El legado cultural de Radio Santa María ha quedado impregnado en La Vega, el Cibao y el país. En el año 1996, por resolución de la Cámara de Diputados, la emisora vegana fue declarada Patrimonio Nacional “por su importante labor para la educación del pueblo dominicano, formando a más de 100,000 alumnos en todo el país”.

A este reconocimiento se le atribuye, además, su sostenido trabajo en favor de la cultura, de las manifestaciones autóctonas, del estímulo al cultivo literario, a las tradiciones y al legado artístico de las comunidades.

Varias de esas manifestaciones han estado relacionadas con formas de teatro popular, con el apoyo a organizaciones que impulsan expresiones artísticas populares o con folcloristas que intentan rescatar elementos de una cultura oral o escrita. Antes de la llegada de las nuevas tecnologías, dos eran los canales principales de expresión cultural: sus micrófonos abiertos a cantantes populares, decimeros y grupos folclóricos y los concursos; primero de décimas populares y después de cuentos.

Mamá Tingó, un ejemplo

En noviembre de 2014 se conmemoraron los cuarenta años de la muerte de la líder campesina Mamá Tingó. Un año antes, el Centro León de Santiago organizó una exposición en su nombre, apoyada por Radio Santa María.

El Centro León se ha destacado por la presencia del folclore en actividades rituales, festivas, laborales y de organización social de la vida dominicana, y concretamente, de sobrado valor para conformar el imaginario sobre la líder campesina, convertida en símbolo latinoamericano de los derechos de la mujer rural.

Meses después, Radio Santa María celebró una eucaristía en el Santo Cerro en su memoria, seguida de un concierto de salves, palos y décimas, en el que participaron los intérpretes de música folclórica Gritos de Atabal (La Vega), y Cruce de la Bomba, de Yamasá.

También participaron los decimeros, Johnny Lama (Santiago) Mariano García (Moca), Alfredo de León (Cotuí) y un representante de la Escuela Primaria Fray Ramón Pané (Guaco, La Vega). Y en noviembre de 2015 la emisora realizó una producción dramatizada de seis episodios sobre la vida de Mamá Tingó.

La décima es considerada la manifestación poética de República Dominicana. En nuestro país se escribieron las primeras décimas de América. El pueblo dominicano se inclinaba por este género, sin embargo, no existía un nivel cultural para escribirlas y cultivarlas debido a la escasa alfabetización, salvo algunas excepciones como Juan Antonio Alix y Meso Mónica.

Juan Antonio Alix escribía en décimas el acontecimiento del día y las vendía por centavos en la plaza de Santiago de los Caballeros y las personas las coleccionaban.

En el centro León de Santiago se guardan algunas de estas.

El pueblo escuchaba esas décimas jocosas, unas referían las sátiras políticas, otras tenían contenidos diferentes que incluían moralejas como “Los mangos bajitos”. La población se las aprendía de memoria y las recitaba, y muchos campesinos las hacían suyas cambiándole algunas palabras. Otros inventaban décimas, pero no sabían escribirlas.

Las recitaban con el auditivo del verso octosílabo como regla y diez versos, pero con asonancias.

Como la misión educadora de RSM se orientaba a resaltar los valores culturales de nuestros artesanos y artistas, así como otros aspectos, en las Escuelas Radiofónicas esos valores se fueron agrupando a través de las décimas, a fin de que los oyentes exploraran en este género popular y dejaran sentir sus sentimientos, inquietudes y esperanzas.

En sus constantes visitas a las comunidades, Radio Santa María descubre que la gente recitaba las décimas pero no podían leerlas por ser analfabetos. Poco a poco surgió la idea de utilizar las décimas no solo desde la perspectiva de expresión cultural, sino también como un recurso educativo. En 1973 se convocó el primer concurso de décimas que se mantuvo por un período de 17 años, hasta 1990.

En un principio, las décimas que participaban no eran muy elaboradas porque las personas estaban aprendiendo a alfabetizarse, es decir, la emisora no buscaba con esto tener a un ‘intelectual de la literatura’, sino, contribuir a que la alfabetización fuese más fácil, atractiva y ligada a la realidad cotidiana.

Dinámica

La emisora tenía una dinámica de convocatoria al Concurso de Décimas que se conoció como el pie forzado o glosa, una orientación temática para que las personas se guiaran, es decir, una frase a partir de la cual procedían a realizar las décimas. Por ejemplo, “Así somos en mi tierra”, “La naturaleza es de todos”, entre otras. Cada año Radio Santa María establecía un pie forzado distinto. Esto obligaba no solo al desarrollo de la imaginación popular sino que servía de escuela, porque los concursantes tenían que decidir los consonantes fijos para la rima propuesta.

Los pies forzados estaban relacionados con el tema central de los materiales pedagógicos de las Escuelas Radiofónicas. Se trataba de una reflexión integradora sobre los valores humanos y sociales aplicados a la vida cotidiana que se enlazaban como explicaciones y referencias de las diversas asignaturas. Al final de cada curso, la emisora proponía un tema para que los estudiantes, y cualquier persona de la comunidad, lo desarrollaran.

De esta manera, las décimas de Radio Santa María recogían la problemática del momento; las situaciones de la comunidad, del país, los problemas sociales, políticos, culturales, de fe, medioambientales, entre otros.

El Concurso de Décimas ha servido para el rescate de la cultura y de un género que en muchas comunidades es de tradición oral. A través del concurso, se han compilado miles de décimas y cientos de decimeros han tenido la oportunidad de escribir y producir sus obras literarias.

Gracias a Radio Santa María, la décima fue destacándose y a la vez siendo escuchada por cientos de miles de oyentes a través de canciones premiadas y difundidas por la emisora, recitales y festivales en las comunidades.

Desde que nació el primer Almanaque Escuela de la institución, una sección obligada era la publicación de la décima ganadora del año. En 1988 se realizó una publicación de una selección de los diez primeros lugares del Concurso de Décimas.

Y en el año 2000, se coordinó la publicación de “Las décimas de Julio Peña”, varias veces ganador del concurso, con sus mejores composiciones, como un premio a su trabajo y constancia, todo bajo la mirada editorial del entonces director general Antonio Lluberes sj.

El Concurso de Décimas se celebró hasta 1998. En los años 1999 y 2001, RSM desarrolló dos concursos de décimas acerca del medio ambiente que fueron recogidas en una publicación posterior.

A partir de esos años, una disminución constante en el número de participantes dio a sentir que la décima, en cuanto género expresivo de la cultura popular dominicana, no contaba ya con un amplio número de cultivadores en las nuevas generaciones y, por tanto, el evento desapareció.

Tags relacionados