El oro de la crítica, de Virgilio López Lemus

El pasado año 2015, el poeta y crítico cubano Virgilio López Lemus visitó la República Dominicana. Trajo en sus maletas algunos ejemplares de su más reciente libro, ”El oro de la crítica” (Editorial Oriente, 2014), texto demasiado serio, demasiado crítico, demasiado honesto, cuyo contenido “desordena” los altares preestablecidos en la historia oficial de la literatura cubana, humaniza a las “vacas sagradas” y lanza gollejos a estatuas y dudosos paradigmas erigidos por obra y gracia del pandillerismo intelectual.

La cultura cubana, durante el pasado siglo XX, ha señoreado en América Latina. Y ha sido objeto de todo tipo de estudios e interpretaciones.

Los más difundidos y multiplicados han sido los que se adaptan a las imposiciones del grupito literario que ostenta el poder y que ha escrito “su historia” a imagen, capricho y semejanza.

Con su acostumbrado coraje y con un nivel profesional digno de su doctorado en Letras, López Lemus despeja el camino de ruindades, odios, intrigas y mentiras disfrazadas de verdad.

Mucho respeto merece este libro, lleno de ensayos esclarecedores que van, desde la identidad y la hispanidad en la obra de Nicolás Guillén, hasta estudios sobre la poesía de Silvio Rodríguez, Waldo González López, Nancy Morejón y Reina María Rodríguez, entre muchos otros.

Entre los mayores aportes a las letras cubanas contenidos en este libro de Virgilio se encuentra su ensayo “Navegación en la poesía” un estudio completo de algunas épocas fundamentales de la poesía cubana, donde ubica correctamente en la generación correspondiente a determinados autores que pretendían sumarse entusiastamente a otras, y donde saca del rastrerismo ocultista a varios creadores de valía que no encajaban dentro de ese “sistema”.

El aporte fundamental de este ensayo es su capítulo titulado “1970- 1975: ¿Quinquenido gris en poesía?”, donde se demuestra que el mal llamado “quinquenio” no fue tan “gris”: dentro de ese período se difundieron textos fundamentales de la poesía cubana en la segunda mitad del siglo XX. ¿O nadie se había dado cuenta? ¿O es un evidente signo de maldad que Virgilio ha desnudado públicamente en este ensayo para destruir una tesis malsana? López Lemus demuestra esta vez que nada es distorsionado “ante los ojos de Dios”. Todo depende del cristal desde donde se mire. Ese libro es un tratado de justicia cultural y un inestimable aporte que la historia de la literatura cubana no pasará jamás por alto.