Escritoras
Actividades en el CCE “De mujer por mujeres”
Interés. Con la edad a cuestas, las limitaciones y la lucha por la vida, a muchas personas mayores solo les queda el devenir de los días. Pero para otros, el interés y la disposición para aprender algo nuevo es más fuerte y aprovechan la experiencia.
Cada mes el centro Cultural de España de Santo Domingo (CCE) expone un compendio de actividades para todo público que apoyan la difusión cultural y el hábito de la lectura en niños, jóvenes y adultos mayores.
El club de lectura es uno de los logros del centro cultural. El CCE ha diseñado espacios que confluyen junto a la biblioteca en el enriquecimiento de la lectura. Es por esto que los adultos mayores de la barriada y sectores de la zona colonial tienen algo mejor para aprovechar el tiempo.
“El Club de Lectura es un proyecto dirigido a mayores de 50 años que busca mantenerlos activos cultural e intelectualmente a través de la lectura”, resalta Ricardo Vanderhorst, encargado de la biblioteca del CCE.
Y destaca: “Los integrantes del Club de Lectura son, mayormente, vecinos de la Zona Colonial y miembros del Club Cultura, pero también le integran adultos mayores de otras zonas de la ciudad, quienes, ante todo, buscan y encuentran aquí un momento de distensión donde se comparte con contemporáneos y camaradas el interés por la lectura”.
Con las mujeres del “Club de Lectura”, el CCE presentará “De mujer por mujeres”, textos literarios de escritoras dominicanas interpretados por adultas mayores, el lunes 30 de noviembre, a las 7 de la noche en la Sala de Conferencias.
Vanderhorst explica que con el programa literario desarrollan una nueva sesión de lecturas dramatizadas: “Esta vez han sido se leccionados textos en verso y en prosa escritos por dominicanas en diferentes épocas y sobre diversos temas”, expresa.
De la prosa femenina dominicana han sido elegidos textos de Altagracia Saviñón, Ángela Hernández, Hilma Contreras, Rosalinda Alfau Ascuasiati, Margarita Vallejo de Paredes, Mélida García, Virginia Elena Ortea, Carlota Salado de Peña y Ligia Minaya.
El encargado distingue que parte de los escritos relatan las vivencias del Ser; desde despedidas y desamores; la riqueza de unos contrastada con la pobreza de otros; los deseos de la carne, la sabiduría, la paciencia y las limitaciones de la proeza de vivir.
“En poesía nos ofrecerán desde la ingenua musicalidad romántica de Salomé Ureña, el erotismo que describe Chiqui Vicioso, sin dejar fuera la fuerza expresiva de Carmen Natalia Martínez, la profundidad lírica y emocional de Aída Cartagena Portalatín y la firmeza de Soledad Álvarez”, manifiesta Vanderhorst.
También forma parte de la variedad informativa de la biblioteca desde el 18 de noviembre la publicación “Visual”, una revista de diseño, creatividad gráfica y comunicación.
ELLAS COMENTAN El requisito fundamental para pertenecer a este Club de Lectura para mayores es tener más de 50 años, ser entusiasta, divertido y con ánimos de aprender. Las integrantes Rosa Bretón, Reina Morales, Zoila Pérez, Inés Recio, Dianela Hernández, Olga Sánchez y Sagrario Rosario confiesan sentir “un vacío” si dejan perder una reunión del Club de Lectura.
Esta interacción forma parte de sus rutinas.
“Venía a las actividades del “Club Cultura” que desarrollaba el CCE. Un día nuestro facilitador (Vanderhorst) nos propuso conformar un club de lectura lo cual nos pareció una idea maravillosa”, resalta Dianela Hernández. Inés recio, de 65 años considera que ha aprovechado la experiencia, pues le da la oportunidad de compartir y aprender algo más. Al igual que ella, Zoila Pérez, de 64, dice sentirse agradecida: “Esto me ha dado mucho bienestar, cuando no vengo me siento vacía”. Ambas son integrantes activas de juntas comunitarias.
Para Reina Morales, de 62, reunirse cada semana es una ‘terapia’. “Aparte de la lectura el profesor nos pone muchos juegos que agilizan nuestra mente y a nosotras nos encanta. La lectura nos motiva a investigar”, destaca.
Rosa Bretón vive en el Mirador Sur y quedó entusiasmada en una de sus visitas al CCE. Expresa que la lectura que comparten es muy amena y comprensible. “Admiro nuestro interés en interactuar y compartir ideas”, dice. Y Sagrario Rosario se dejó seducir de la buena vibra de las mujeres.
Es la más joven del grupo. Tiene 30 años. “Va a sonar cliché pero ha sido una experiencia increíble, cuando no nos reunimos siento que el mes tarda más para avanzar. Tenemos esto como algo necesario y habitual”.
