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VIVENCIAS ¿QUÉ LEER?

Los miserables

Es un dedo en la llaga de la injusticia. Víctor Hugo hace con esta novela un estudio de la conducta humana en sus más precarios escenarios, para desde ahí procurar una toma de conciencia social.

La novela empieza quemando al lector con la muestra de una vida destruida por la implacabilidad de un sistema extreminsta. Jean Valjean, recién egresado de una carrera de 19 años de cárcel, de donde sale inmune al dolor y a la caridad. Pues haber sido condenado por el robo de un pan y su intento de escapar casi le cuadriplicara la sentencia, cubrió su corazón de una corteza inquebrantable. Monseñor Miryel quiebra ese caparazón, cuando no lo delata ante la policía por el robo de la cubertería de plata, y al contrario le obsequia dos candelabros, hace que el deseo del obispo de salvarle el alma a este infeliz se convierta en una especie de pacto entre caballeros. Y así transcurre la novela entre la tricotomía del bien, el mal y la mala suerte de los desposeídos. Mediados por una idea de confianza en el provenir que le encarna la hija de Fantine, Cossete, quien es el personaje de tránsito entre la desgracia heredada y causada por su madre y la fortuna que le llega también a través del sacrificio de esta. Y al final, el amor entre ella y Mario que se plantea como una consumación del término humanidad, ya que Valjean lo rescata de una muerte indigna y lo devuelve a los brazos de su amada.

Ernesto Sábato, en su prólogo a “Los miserables” relata la anécdota de aquella ocasión en la que Rimbaud empezó a leer la novela, su madre escribió a su profesor de literatura, recriminándole la asignación de esta lectura, a la vez que ponía en duda tal recomendación, pues su carácter subversivo no era apto para jóvenes en proceso de formación. A lo mejor, ella tenía razón leer lo que Víctor Hugo nos deja ver en sus “miserables” no eran solamente los más bajos escrúpulos del ser humano, sino que también deja traslucir, en cada personaje, las más altas cumbres donde puede empotrarse la nobleza de la raza más grande y más pequeña que ha parido este planeta. La que es capaz de ejercer las más grandes virtudes y emplearse en las agudas patrañas.

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