CAMBIOS EN LA LECTURA
Un pueblo sin bibliotecas que ofrecer
El aporte social que deben cumplir las bibliotecas junto a la educación aún espera en Jimaní, donde las autoridades no han asumido como prioridad el desarrollo cultural de los comunitarios a partir de la promoción de la lectura y el conocimiento

La pobreza y el olvido de las autoridades determinan la situación de algunas provincias del suroeste de la República Dominicana. Bajo una nube de justificaciones estos territorios sucumben, y la evidencia resalta la ausencia de desarrollo cultural y social.
Jimaní refleja esta realidad. Aunque presencia arraigos culturales propios de su condición de provincia fronteriza, de acuerdo a sus habitantes, carece de iniciativas que ayuden a promover políticas para su crecimiento.
Al llegar al casco urbano de Jimaní — un pueblo rodeado por las aguas del lago Enriquillo, el sol ardiente sin horas de descanso, la cercanía de la frontera dominico– haitiana, los balnearios, y los pictogramas representados en las cuevas de La Descubierta, legado de los indígenas — sorprende que, en comunión con estas características, haya un pueblo sin salas de lectura.
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