La naranja exprimida

Uno de los psicólogos trascendentales en estos tiempos ha sido el Dr. Wayne Dyer, escritor inspirador. Dejó este plano en el 2015. Cuentan que un día antes de morir en su conferencia “I can do” (Yo puedo hacerlo), sacó una naranja y le pidió a un joven que le dijera “Si exprimiera una naranja tan fuerte como fuera posible, ¿qué saldría? Llegaron a la conclusión de que sólo podría salir jugo de naranja.

Cuando a nosotros se nos “exprime” como a una naranja, familiares, pareja, o situaciones estresantes ejercen presión sobre nosotros, sale exactamente lo que tenemos dentro en forma de ira, agresividad, dolor, ansiedad, amargura, libramos exactamente lo que tenemos dentro.

Ese es un ejemplo vivaz que nos muestra que nuestras acciones hablan más alto que mil palabras. Aprovechemos la cuaresma para depurar nuestras oscuridades y sacar la luz que tenemos dentro. Seamos mejores, que nuestros actos se encaminen a mejorar nuestro mundo.