Primer lugar

La vida agitada está afectando nuestra espiritualidad. Con frecuencia nos ausentamos de nuestros templos alegando que estamos teniendo algún reto o que estamos muy ocupados con el trabajo o la familia. Esta actitud nos va convirtiendo en cristianos tibios. La maestra licenciada Sarah Sánchez, de la Iglesia Unity en Dominicana, ofreció un servicio sobre “La iglesia indiferente”, el cual nos movió a reflexionar sobre hasta qué punto estamos siendo fieles al compromiso de poner a Dios en primer lugar.

La Biblia dice en Apocalipsis 3: 16: “Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca”.

Esta cita revela lo importante que es estar definido en materia espiritual, es preferido ser frío o caliente, a ser tibio. Lo frío o lo caliente, define un estado claro en nosotros, pero lo tibio no es ni uno ni otro, y en medio de esa indefinición podemos ser presa de las peores confusiones.

Si usted se encuentra en estos momentos viviendo un estado de conciencia que lo convierte en un cristiano tibio, recuerde que corre el riesgo de ser vomitado de la boca del Señor.