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Anclar la mente en el ahora…

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Salvador Ezequiel MéndezSanto Domingo

Un cerebro normalmente genera miles de pensamientos al día, los que, en su mayoría, son ideas absurdas o paradójicas con respecto a lo que hacemos durante nuestro día; muchos de ellos tienen imágenes u otros simplemente son contenido no verbal: frases estructuradas y no estructuradas, pensamientos hasta sin sentido pueden estar en la alta dinámica del pensar, muchos son recuerdos, otros proyecciones para el futuro. De acuerdo con aquello que tenga tu atención generarás miles de pensamientos encadenados al evento principal dentro de tu vida, y la gran mayoría de ellos sin apoyarte en lo más mínimo. Tenemos un excelente cerebro pero que desperdiciamos tanto en su creatividad como en su capacidad de generar soluciones, ya sean económicas, físicas o emocionales.

Tenemos un poderoso cerebro que se la pasa trabajando día y de noche, nunca descansa, y durante toda tu vida ha estado sobresaturado de ideas, muchas de ellas excesivas, que podemos considerar como “basura”, pensamientos enfocados en un ayer que se repiten como un disco “longplay” sin fin o que se convierten en preocupaciones por lo que “todavía no es”. Estas ideas erróneas son el gran contenido de nuestra producción de ideas diarias, no hacemos nada por mejorarlas, y nuestras vidas siguen en un “status quo” de pensamientos porque nos hemos acostumbrados a pensar de esa forma al creer que no nos afecta.

Debemos enseñarle al cerebro a enfocarse, a crear todo aquello que nos conviene, a desechar el ayer. El ayer está muy bien donde está, es el gran libro de nuestras vidas que en algún momento tenemos que abrir para aprender, pero la culpabilidad, el remordimiento, el dolor de un amor del pasado, el recuerdo obsesivo, la rabia acumulada, el resentimiento, el rencor y muchas más son formas de una misma idea: el ayer, y este se activa solo con tu pensamiento, y lastimosamente todo ello ya no existe, sino que más bien vive en tu memoria; si eres inteligente y conviertes esa memoria en algo positivo será tu gran libro de referencia para futuras, pero si solo la usas para lastimarte estás perdiendo mucho en un presente que no necesita a un ayer que no sea sólo para aprender y crecer.

Cuando empiezas a proyectar imágenes, a pensar cosas que tienen de referencia un futuro hipotético haces lo mismo que hiciste con el ayer, empiezas a gastar grandes cantidades de pensamiento en cosas que aún no llegan, que no sabemos si sucederán y viene como respuesta la preocupación, la cual no solo te hace sentir una angustia tremenda, sino que no te apoya a estructurar un futuro, sino solo a pensarlo, imaginando situaciones que aún no suceden, pero que mentalmente ya las hiciste porque las creaste muchas veces no para apoyarte sino para sentir temor, angustia y mucha preocupación.

¡Vacía tu mente! Elimina toda aquella referencia hacia el pasado y hacia el futuro, vive en el único momento que puedes hacerlo ¡el ahora!, si tienes una situación por enfrentar aprende a ser proactivo, a tener una reingeniería de pensamientos siempre usando al más poderoso de todos los momentos: el presente. No entendí eso hasta hace apenas unas cuantas semanas cuando después de una introspección interior caí en cuenta de que por más que me preocupara no cambiaba el futuro, y que por más que sintiera resentimientos, rencor o rabia el ayer ya no estaba ahíÖdos momentos erróneos: el ayer y el futuro, y desperdiciaba mucho de mi precioso momento presente. Vaciar la mente es sacar toda ese cúmulo de ideas innecesarias enfocadas en esos momentos erróneos, es sacar la basura mental, es aprender a enfocarse en tres sencillas preguntas: ¿En dónde estás? Aquí, ¿en cuál momento estás? Ahora, ¿quién eres? Este momento. Estas preguntas son para sacar la basura de tus pensamientos, es para reiniciarla y ponerla de nuevo en el presente, es para retomar tu compromiso de vivir un momento a la vez y vivirlo plenamente.

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