Celebrar

La Navidad es un periodo de tiempo donde nos transformamos sin importar la idea que tengamos acerca de la misma. Su rico olor nos contagia a todos por igual, permitiendo que miremos el mundo de una manera distinta, aunque sea por unos pocos días. La verdadera Navidad no debería tener comienzo ni final en nuestras vidas, sino debería ser una actitud que asumamos todos los días, esa actitud nos permitiría llenar de amor a un Universo que fue diseñado para compartir lo mejor de su creación con todos por igual. Permitir que el Espíritu de la Navidad permanezca en nuestras vidas más allá de estos días, es permitir que nuestra luz ilumine al mundo. Hagamos de este mundo un espacio que nos permita vivir en paz, dando amor, compartiendo las riquezas, ayudando a otros a alcanzar sus objetivos. Que la alegría, el amor, la comprensión y la tolerancia que mostramos durante esta festividad, continúe con nosotros durante todo el año.