La lucha por alcanzar el poder político es la misión fundamental para los sectores progresistas y de izquierda que aspiramos a un país de justicia para todos.

Esa tarea lleva dos etapas esenciales: primero, posicionar nuestras ideas en la sociedad, y, segundo, promoverlas hasta que se hagan mayoría electoral, ya que es desde el Estado y su función pública que se pueden generar las transformaciones sociales que requiere la nación.

Desde 1978, estamos bajo la sombra de un régimen supuestamente “democrático”, desde la visión y esquema impuestos por Washington, lo que ha permitido a los gobernantes conservadores dominicanos disponer de cierta estabilidad política.

En ese escenario, construir una alternativa política es un verdadero reto debido a la brutal desigualdad existente en la competencia electoral ante una todopoderosa partidocracia.

Solicitamos el voto para las candidaturas y movimientos alternativos que hayan demostrado un auténtico compromiso con la justicia social y económica del pueblo dominicano.