EL BULEVAR DE LA VIDA

Danilo Medina y Los Verdes

“Verde luz de monte y mar...”. Antonio Cabán Vale, (El Topo).

“Fue una torpeza pretender...” .- Las torpezas del partido morado ante sus adversarios no llegan todavía al nivel de las de ese PRM que entre 2012 y 2015 confundió a los dos toros peledeístas, pero ya compiten con el partido de los Abinader, Mejía, ¿y Collado? Así, a la hora de enfrentarse a los reclamos del “movimiento verde por el fin de la corrupción y la impunidad”, el PLD primero alegó que se trataba de un ataque de “celos empresariales por generación” por la construcción de las plantas de Punta Catalina y los buenos negocios que la puesta en funcionamiento de esas plantas desbaratarían. Luego pasó a responsabilizar del financiamiento del movimiento a grupos empresariales supuestamente “moraítos” de indignación, insatisfechos por la ración de Boa recibida a partir de sus aportes. Finalmente, conocido el innecesariamente amenazante manifiesto de los convocantes leído en la marcha de San Francisco de Macorís, se aseguró que existía un intento de interrumpir el orden constitucional y exigir la renuncia del jefe del Estado. Pues mire Usted, que en las protestas de los últimos meses hay de todo esto -y la seguridad del Estado tiene las evidencias-, pero al mismo tiempo sabe también el gobierno que esa NO es la línea ni el objetivo de ese movimiento, y mucho menos de la mayoría de quienes participan en él, entre otras razones porque una buena parte de los marchantes votaron al PLD, aunque sea porque desde el 2004 y por lo menos hasta el 20M del pasado año, para la mayoría de los electores el PLD seguía siendo el mal menor de la política dominicana, y por eso sus repetidos éxitos, esos mismos de los que ahora parece querer morirse.

“POR VIVIR EN QUINTO PATIO...”. En vez de, cual enamorado vencido “por vivir en quinto patio”, dedicarse rencoroso a estigmatizar a una ciudadanía indignada, el PLD debió saludar la iniciativa de las marchas verdes. Y es que un partido cuya ventaja comparativa ante los demás en sus primeros 20 años de existencia fueron la ética y la disciplina, debió celebrar como enamorados frente al mar, que por primera vez en casi cuarenta años de vida democrática (1978-2017) para los ciudadanos la corrupción es el segundo gran problema nacional sólo superado por la inseguridad ciudadana. En fin, que no se trata de salir a denigrar a unos variopintos ciudadanos indignados, -con mucha, poca o ninguna autoridad moral para estarlo, pero todos amparados en sus derechos constitucionales-, sino de recuperar parte de la humildad (o adquirirla si es que nunca se ha tenido) y, en una reunión imposible en unos “círculos de estudio” que ni existen, leer a coro la posición expresada por el presidente Danilo Medina en su discurso del pasado 27 de febrero, sobre el movimiento de protesta.

DANILO SOBRE LOS VERDES Esta es la posición del jefe del Estado, y por serlo, debió ser la del gobierno con relación al Movimiento Verde. “Soy consciente de que hay en nuestra sociedad un clamor que exige justicia, transparencia y participación (...) en las instituciones públicas. (...) Yo escucho ese clamor. Y (...) me siento ser parte de esas voces. Las masas silentes, conformistas y aletargadas, son el producto de gobiernos mediocres o autoritarios. En cambio, esa ciudadanía crítica y participativa, (...) es la prueba más definitiva de que vamos por el camino correcto. Porque significa que nuestra sociedad está avanzando y tiene ahora un nivel mayor de conciencia social y de los compromisos y deberes que debemos asumir los lideres políticos. Como demócrata convencido, siempre he preferido un pueblo, despierto, crítico y luchador. Un pueblo con nuevas expectativas, con deseos de mejorar y con capacidad de lucha. Un pueblo al que hay que convencer con hechos y cuya confianza se gana con esfuerzo”. ¿Por qué la posición (y la estrategia) del gobierno y el PLD ante los verdes ha sido tan diferente a la planteada por el Presidente? Ese es un buen tema para otro bulevar.

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