El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, debió admitir que el Consejo Interamericano de los Derechos Humanos cometió un grave error al incluir a la República Dominicana en una lista negra de países donde se violan normas fundamentales de la democracia. La explicación que le dio al Canciller dominicano que lo visitó en su despacho de la OEA en Washington, es que el comité del CIDH que hizo tan absurda valoración hizo uso de informes desactualizados para levantar un documento que en nuestro caso fue totalmente injusto. En presencia de Vargas, Almagro mandó llamar a su despacho a uno de los oficiales del CIDH que trabajó en el informe, y éste admitió que el error se cometió porque la Comisión trabajó con documentos desactualizados sin tomar en cuenta la evolución que ha tenido en los últimos años la situación dominico-haitiana.

Almagro aprovechó la presencia del Canciller dominicano para reconocer el empeño del presidente Danilo Medina en la normalización de las relaciones entre ambos países, una situación que se percibe en el ambiente diplomático internacional. Vargas le señaló al secretario general de la OEA que resulta aún más extraño y confuso el informe del CIDH por cuanto en los actuales momentos las relaciones entre Haití y la República Dominicana están en su mejor momento, y que en los últimos siete meses se han celebrado ocho reuniones bilaterales, cuatro de ellas a nivel presidencial y las otras cuatro entre sus cancilleres.

Fue entonces cuando Almagro admitió el error del CIDH y reveló que cuando investigó las causas, pudo determinar que ese organismo de la OEA utilizó informes desfasados sobre situaciones superadas hace mucho tiempo por los dos países.