EL ROEDOR
Israel, Franjul, Hostos, Danilo

*El viejo John Davison Rockefeller, que vivió casi un siglo, fue un magnate petrolero que ganó mucho dinero y también fue un fi lántropo que donó mucho a obras de caridad. En una de sus biografías escribió: “La vida buena es cara; hay una más barata, pero yo a nadie se la recomiendo”. Este Saltapatrás de Vicente Noble les dice, amigos, que Dios nos dio muchos dones; usémoslos y no habremos vivido sólo por estar vivos nomás. (a.u.)
1.- PARA EL GRAN EUGENIO María de Hostos, patriota puertorriqueño y antillanista, secretario de Gregorio Luperón y fundador de la escuela laica y la Escuela de Señoritas de Salomé Ureña, también profesor de Juan Bosch (quien aseguró que “volvió a nacer” cuando tuvo que reorganizar sus papeles en Puerto Rico). Para ese Hostos, el ideal “de justicia” estaba por encima de cualquier otro ideal. “Sin espíritu de justicia, todos los otros son nulos”. “Sed juntos, lo primero, si queréis ser felices”, había ratificado antes Juan Pablo Duarte. Y lo traigo a colación porque mi presidente Trump recibió a Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, y dice que negociará con el judío B. Netanyahu, a ver si llegan a un “acuerdo de paz”, cosa que a la mayoría que conocemos el tema nos parece cuesta arriba porque Israel no ha cumplido una sola resolución de la ONU sobre el tema. El pueblo de Israel es el que tiene más Premio Nobel y ha hecho cosas grandiosas, como revivir la lengua que hablan (que estaba muerta). Aquí, en este mismo periódico, el anterior embajador judío en R.D., reclamó que a este escribidor se le impidiera hacerlo.
¿Qué hice? Dije “que todos los judíos no piensan lo mismo de Palestina, que no todos piensan lo mismo acerca del sionismo y de los demás temas en la carpeta del Medio Oriente”. Alguien me dijo que era un sionista intolerante, y agradecí que siempre he admirado las juderías, el judaísmo, y que jamás he tomado las armas contra Israel (porque soy un hombre de paz); o de lo contrario, cualquiera de ellos, incluso los rabinos, S. Peres, Shamir, los Ehu Barah y Olmert; Begin, Sharon, no ya Biby Netanyahu, me hubieran hecho cadáver. Y sucede que lo dicho por este ser de la nada, es cierto. Esta misma semana, decía un rabino en Jerusalem, que el judaísmo es un religión de paz, amor y confraternidad; que nada tiene que ver con el sionismo, que ellos son cuatro grandes movimientos, uno en América Latina, otro en N. York, y que incluso la Torá dice en su cuarto libro que ellos no tienen que tener tierras, ni quitárselas a los palestinos; ni el antisemitismo de los sionistas, tiene nada que ver con el auténtico judaísmo. Nöam Chomsky, judío de alto perfil intelectual, dice que el Estado judío de Netanyahu y Olmert (que invadió, al igual que Sharon, al Líbano, 1982 y 2006), “es un Estado of short”, fundado por USA, Inglaterra y Francia, sus aliados, para repartirse el Medio Oriente y las riquezas de los países árabes y musulmanes.
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