Tiempo para el alma

“Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”. Mt. 10:8.

El perdón. ¿A cambio de qué? Piensa en tu vida, en lo que has hecho, en lo que haces que afecta a otros de manera negativa; en las veces que has ofendido, que ofendes; en las veces que has actuado incorrectamente (en lo que sea, lo primero que te venga a la mente). Le dices a Dios: “Señor, perdóname, no quiero actuar mal, etc.

¿Qué hace Dios? ¡Te perdona! De hecho, te ha estado perdonando toda la vida.

Entonces ¿por qué pasas factura a los demás? ¿A cambio de qué estás perdonando o disculpando o aceptando a otros? ¿Estás poniendo condiciones? ¿A cambio de qué estás haciendo favores, cuando Dios ha estado poniendo en ti su favor toda tu vida? ¿A cambio de qué estás cumpliendo con tu deber de hijo? Mis queridos lectores, ¡hay personas que pasan factura a sus padres por ayudarlos en su vejez! Parece insólito.

Y me voy a las cosas de Dios: usar la Palabra de Dios para lucrarse, eso es una vileza.

¿Dios le cobró a alguien para darle? ¿Dios le vendió los dones que tiene? ¿Dios le cobró por sus hijos? Seamos honestos o, al menos, sensatos.

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