UN MOMENTO
Victorias
Al fin y al cabo, en todo Occidente y para nosotros en nuestra cultura, la resurrección de Cristo es un canto de victoria, se ha triunfado sobre la muerte, y por eso al final el tema nuestro es precisamente ese, que nosotros hemos resucitado, nos hemos levantado, hemos vencido y hemos alcanzado victorias, celebremos victorias.
Me pregunto tantas veces, con cuánta alegría llega al final del día aquel que ha estado pidiendo limosna y llega con esas monedas, pocas o muchas, y dice ¡victoria!, tengo las monedas que me servirán para comer o para vivir.
Cada pequeño éxito, positivo o grande, es una victoria, al final del día ¿cuántas victorias celebramos?
Cuántas veces en nuestras vidas nos acostamos amargados, nos sentamos adoloridos por fracasos o dificultades que hemos tenido que siempre se podrán superar, pero cuántas veces nos acercamos en la noche y cantamos un canto de victoria, un canto de triunfo, un canto en el que nosotros podamos decir ¡he triunfado!
Ojalá que al final del día, como al final de la Semana Santa, podamos nosotros entonar los cantos de victorias que tenemos, pocos o muchos, como aquel que ha estado pidiendo limosna y al final celebra la victoria de las pocas monedas que tiene, aunque tenga otros muchos problemas.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.