PUNTO DE MIRA

Candela y pulla contra Trump

Donald Trump será un presidente histórico. Su forma desenfada y autoritaria de gobernar le acarrearán múltiples problemas, sobre todo porque no está entrenado en el manejo político de las situaciones. Sus mismos colaboradores lo meten en problemas por querer tener agenda propia.

La embestida con que Trump tomó el control del poder se ha ido ralentizando. Las medidas ejecutivas y las acciones ofensivas se están esparciendo al tiempo que registra dos bajas en su flanco operativo. Otro bocaza, como Trump, tuvo que renunciar por mentir en sus contactos con los rusos y el propuesto para secretario de Trabajo pidió que desestimaran su candidatura.

Esos son problemas menores. Tendrá confrontaciones con el Servicio Secreto, la CIA y el FBI ya que pasa por alto que son agencias del Estado y no un grupo estacional. Se las verá con los congresistas, incluso los de su mismo partido, porque Trump piensa que la Casa Blanca es la agencia de publicidad de su marca. La pasada semana él mismo usó su comunicación directa para criticar una empresa que había tomado decisiones que sacaban la marca de su hija Ivanka del punto de venta, gesto que fue imitado por otra después, porque no se está vendiendo. Otra funcionaria del gobierno hizo lo mismo con medios oficiales para unirse a la defensa de la hijita de Trump. Estos gestos motivaron que un congresista demandara críticas a los dos por usar procedimientos no éticos. Este uso directo de Trump de los medios digitales será su lápida. Como no es político de oficio piensa que el gobierno es como sus empresas donde es ley batuta y constitución. El ejecutivo tiene una amplia frecuencia, pero ejerce en un sistema que también tiene límites. Esa vía de comunicación será su perdición. Hablar sin filtros lo podrá hacer en un programa de televisión, en su show, pero el poder es un poquito más que eso.

El presidente norteamericano se impuso a los medios controlados por los demócratas, pero estos lo siguen hostigando mientras él los desafía. Lo llevan con candela y pullas. Todo hasta un momento. Todos los gobiernos cometen errores. Trump no está exento. Cuando ocurra, que quizá sea pronto, se lo comerán vivo.

Trump está empapado de soberbia. El mundo político es de negociación constante, no de imposición. Por eso tendrá choques hasta con sus aliados.

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