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PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

La industria del cine

El cine forma parte del entretenimiento y la cultura. Es una industria global. Es un bien cultural. Es un producto que cuando se hace competitivo y penetra en el mercado internacional genera divisas, proyecta la imagen del país productor y contribuye con el incremento del turismo y la generación de empleos.

En Estados Unidos, la industria del cine contribuye con el equilibrio de su balanza de pagos. Múltiples sectores se benefician: las empresas publicitarias, los medios escritos (periódicos y revistas), la televisión y las empresas encargadas de comercializar las películas. El éxito del cine estadounidense ha sido el producto del apoyo Estatal a través del proteccionismo político relacionado con las patentes y el derecho de propiedad intelectual; una correcta campaña de mercadeo y ventas teniendo como eje central el mercado internacional; la especialización de centros de producción cinematográfico y una planificación estratégica de la industria que ha logrado penetrar a más del 75% de las salas de cine a nivel mundial.

La industria del cine es poderosa y proyecta la imagen de los países a nivel internacional. La ciudad de Hollywood, en Los Ángeles recibe 22 millones de turistas por año y entre otras cosas su mayor ilusión es fotografiarse frente al letrero de Hollywood que se proyecta en las películas, tocar las estrellas que aparecen en el Boulevard, fotografiarse con los actores en el museo de cera, visitar el Teatro Kodak donde se realizan los Premios Oscar y las casas de los famosos. Hollywood es una marca país.

La Motion Picture Association of America (MPAA), realiza cada año una investigación global, relacionada con los empleos, la composición de la balanza comercial, la generación de divisas, los ingresos por películas por distribuidor, la asistencia al cine per cápita, la renta de las películas y su circulación por internet y la demanda de videos. Estados Unidos controla más del 75% de las pantallas en todo el mundo. Sólo entre los años 2004 y 2005 la industria cinematográfica aportó a la economía norteamericana más de 8 mil billones de dólares y de 1998 al 2010, creció en más de 5 mil billones de dólares. Algunos analistas de la industria cultural plantean que Estados Unidos compra petróleo y vende cine. En 1996, el 80% de los espectadores de Alemania, España, Francia, Reino Unido e Italia asistían a las pantallas atraídos por películas estadounidenses. En Europa, Inglaterra es otro gran productor de películas. Sólo en el año 2005 recibió ingresos por más de 500 millones de euros.

En la India también se ha desarrollado la industria cinematográfica. Produce más de 900 películas cada año y recibe ingresos superiores a los 2,800 billones de dólares. Los niños Hindúes en su mayoría quieren ser artistas de cine según Discovery Channel. La India ya exporta talentos hacia Estados Unidos

En América Latina, Colombia, Argentina, Brasil y México son los países con mayor nivel de desarrollo cinematográfico.

Para la mexicana Lucina Jiménez, autora del libro Democracia Cultural “El Cine es multidimensional. Es un lenguaje artístico constructor de narrativas, campo de experimentación científica y técnica, fuente de empleo, entretenimiento, además de una industria cultural capaz de aportar recursos en la balanza de pagos de un país”.

Durante todo un periodo, la producción de cine mexicano ocupó un lugar de preeminencia en su economía, al lado del petróleo. Hoy las producciones mexicanas no son tan atractivas.

La Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, en Bogotá, cuenta con un centro académico especializado de radio, televisión y cine, denominado “Centro Atico”, donde los estudiantes disponen de distintos tipos de laboratorios y tecnología de última generación para grabaciones musicales, efectos especiales y producción y edición de video.

En todos los países los incentivos establecidos en las normativas relacionadas con la industria del cine y el apoyo del Estado han sido determinantes para el desarrollo del sector. Si el Estado no crea incentivos es dificil desarrollar el mercado del cine. Por eso, los países que se han dedicado al desarrollo de esta industria han establecido normas especiales para protegerla y fomentarla. De ahí que con mucho acierto Lucina Jiménez plantea que “el cine tiene una dimensión económica fundamental, pero no dejará nunca de ser un producto cultural. Hacer cine es caro, pero es más caro no hacerlo.”

En República Dominicana, se aprobó la Ley para el fomento de la actividad cinematográfica, con el objetivo de fortalecer y desarrollar esta Industria cultural.

La Ley de Cine No. 108-10, establece la creación de la Dirección General de Cine, como órgano descentralizado del Estado, con personalidad jurídica y autonomía administrativa, financiera y técnica, bajo la tutela del Ministerio de Cultura. Las atribuciones de esta Dirección son: definir las políticas públicas en el ámbito cinematográfico, coordinar y regular su ejecución; clasificar las salas de cine; promover con las entidades financieras y comerciales públicas y privadas financiamientos blandos para el desarrollo de la actividad cinematográfica; apoyar a los promotores de proyectos cinematográficos para que la Dirección General de Impuestos Internos aplique lo establecido en la Ley; suscribir convenios nacionales e internacionales para la formación de profesionales; apoyar las escuelas de cine; establecer premios de reconocimiento y expedir los permisos únicos de rodajes de películas y documentales. La Ley también crea el Fondo de Promoción Cinematográfica (FONPROCINE) y el Consejo Intersectorial para la Promoción de la Actividad Cinematográfica (CIPAC).

En la República Dominicana, en los primeros tres meses de 2016, se registró un aumento en las inversiones en la industria cinematográfica superior a los 50 millones de dólares. Un estudio preparado por Oxford Economics indica que la industria generó más de 2 mil millones de dólares en el 2014, generando más de 3 mil 800 empleos y aportando a las recaudaciones del Estado un monto superior a los 400 millones de pesos. Entre el 2012 y 2014, indica el referido estudio, la producción de películas aumentó de 8 a 20. Apoyar el cine no es un gasto, es una inversión.

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