Choque peligroso

El choque sobre el tema del aborto pasó de lo moral (Iglesias-sociedad civil), de lo legal (el Código Penal, la Constitución, la eventual aplicación de justicia a los violadores), de lo económico (el negocio de las ONGs y grupos nacionales e internacionales que procuran imponer el uso de métodos anticonceptivos, el control natal, el desenfreno sexual y la enseñanza sexual en las escuelas desde los primeros niveles de la educación), a un tema puramente político, debatido principalmente en la cancha del PLD. La discusión es buena, me gusta, porque se ponen sobre la mesa todas las opiniones y la gente tiene la oportunidad de tomar y dejar, creer o dudar, afirmar o negar desde su propio razonamiento, no fruto de la imposición, a fuerza de un poder mediático que en los últimos tiempos desarrolla su propio juego -política y en procura de poder económico- en favor de lo que les conviene y de quienes los patrocinan, aunque divorciados de la objetividad y el interes colectivo. Creo, por tanto, que luego del desenlace de este nuevo episodio del espinoso tema del aborto, del que se avisora muchas otras batallas, debemos concluir en algunas enseñanzas: ïDeben estar dándose de cabeza contra la pared ñuno cree- esos que metieron al Presidente Medina en este lío ñque mis fuentes aseguran que no fue la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo, sino el grupo jurídico que actúa en paralelo en las alturas del Palacio Nacional- y cuya falta de visión sobre la realidad política les impidió ver que ‘aún ganando se pierde’ muchas veces por lo que este innecesario pleito con las iglesias, en especial la católica, tendrá sus consecuencias; ïQue un emotivo y desbordado Padre Ruiz que aunque trasbasó, por mucho, los límites que deben respetarse en una carta que se haría pública ñporque mis informes dicen que fue ‘autorizada’ por sus jerarcas, aunque no en los términos en que se hizo- se haya convertido entre la feligresía católica en un ‘héroe’ ñaunque haya sido satanizado por la claque mediática abiertamente contraria al Cardenal, al Gobierno, al PLD y a Leonel Fernández- por haberse atrevido a decir lo que no pocos piensa y entienden dentro de esa colectividad, pero que no se atreven a expresar. Concluyo en que del pleito Poder Ejecutivo-Congreso Nacional-Iglesias-sociedad civil en torno al aborto, puso al Presidente Medina en una encrucijada innecesaria, que además ha provocado airear lo que muchos comentan: una debilitada unidad del PLD que podría reflejarse seriamente en las jornadas políticas por venir, y que ya están a la vuelta de la esquina.