Vientos y olas

Con todo y que la “ola reeleccionista” pueda subir o seguir en movimiento, cualquier iniciativa que tienda a impulsar una modificación constitucional que permita un “bateo y corrido” del presidente Danilo Medina, no tendría posibilidad. Pero ya no solo por el impedimento constitucional existente, por las consecuencias a nivel de la unidad interna del PLD y por el trastorno que en el orden institucional del país implicaría, sino por el factor tiempo.

En el Congreso puede estar en pie la búsqueda de fi rmas, y hasta encontrarse respaldo del sector de Hipólito Mejía, como adelantara el diputado Vinicio Castillo, pero lo cierto es que tampoco están ni pueden conseguirse los votos que le faltarían al sector del PLD que está en eso, para llamar primero a un referéndum y luego hacer posible un cambio en la Constitución que consensuó el partido morado en el 2010, y con lo cual, por demás, la organización fundada por Bosch terminaría desdiciéndose.

Sin embargo, en el caso de que Mejía prestara a sus diputados para impulsar una reforma tipo la traumática que propició desde el poder en el 2002 (sería una manera de apostar a la división del PLD, pero también de buscar reivindicarse él de una decisión errónea, que sacó al PRD del poder y lo mantiene dividido hasta el día de hoy), de seguro que Miguel Vargas, jefe del partido blanco, no se prestaría a un juego que no le es de interés ni estratégico, pero también porque él fue pieza clave en la reforma del 2010.

Por demás, sugerir un acuerdo político entre Leonel, Danilo y el Comité Político del PLD para impulsar la indicada reforma sería como dar a entender que el partido de gobierno es el país e ignorar que existe el PRD, el PRSC, ahora el PRM, una izquierda multicolor y hasta una sociedad civil con múltiple opinión. Asimismo, es mucho pedir, y resulta más que una utopía, demandarle a Leonel -que está en el carril de adentro y en turno al bate- que aporte los votos y resuelva el tranque político-institucional con el tema de la no reelección presidencial. No creo que el pacto no escrito de entendimiento y de garantía de la unidad del PLD entre ambos líderes llegue tan lejos.