‘El cascabel al gato’

Los ‘dueños del país’ se ‘empantalonan’ de nuevo y anuncian que no cumplirán la disposición del Gobierno de disponer una reducción del precio del pasaje del transporte público, urbano e interurbano. Cada vez que el Gobierno reduce los precios de los combustibles deja de recibir millones y millones de pesos en el impuesto con que están gravadas las gasolinas, el diesel, el GLP, dinero que tiene como destino la inversión, nóminas y la cobertura de servicios públicos. La baja de los precios de los combustibles -más de $30 pesos por galón en el último mes- debe traducirse a la población, la gran mayoría usuaria de transporte público. Pero los choferes del ‘concho’, urbano e interurbano, manejados por un grupito de empresarios millonarios en base a ese lucrativo negocio, han ‘doblado el pulso’ repetida veces al Gobierno y al país, ahora pretenden hacerlo de nuevo. Los ‘dueños del país’ ñcomo los bautizara el diario El Nacional- reciben millonarias cuotas mensuales de combustibles de parte del Gobierno, pero suben los pasajes a su antojo, acortan las rutas, bloquean el flujo vehicular en las avenidas, no respetan las leyes de tránsito, circulan sin cinturón de seguridad, hablando por celulares y en vehículos tan destartalados que no resisten la mínima inspección. Sin tapujos ni sonrojos, estos desafiantes empresarios del transporte público nos estrujan cada día la incapacidad gubernamental para garantizar servicios de transportación eficientes, seguros y baratos, como lo es el Metro ñcuyas rutas de alimentación no han podido operar- y como en su tiempo lo fuera la hoy obsoleta OMSA. Mientras, el aparato oficial lanza a las calles hordas de agentes de la AMET que ponen bajo asedio a los conductores privados, quienes en vez de garantizar el tránsito fluido y seguro y el cumplimiento de la ley, son voraces acosadores de los ciudadanos a costa de los cuales tratan de llenar cuotas de multas. Ante este panorama, es justo preguntarse ¿cederá el Gobierno ante el chantaje de los propietarios de los sindicatos de choferes públicos, que han decidido desobedecer la reducción tarifaria del transporte urbano e interurbano y que, por el contrario, amenzan con paralizar el servicio? Apostamos, esperanzados, a que ahora también el Gobierno hará ‘lo que nunca se ha hecho’.