Los enemigos jurados de Leonel Fernández, dentro y fuera del PLD, están decididos a echar la gran batalla, tendente a aplastarlo. El plan: provocar un escenario similar al de noviembre del 2012, cuando turbas de desaforados jovencitos, incitados por un pepeachismo y una Participación Ciudadana dolidos por la derrota electoral, realizaron ‘juicios populares’ y piquetes hasta las puertas mismas de Funglode, donde encendieron velas y corearon ‘Leonel ladrón’. Hace unos días, me cuentan, en casa de un renombrado periodista se reunieron unos pocos del confeso grupo mediático hostil de Leonel y el PLD, y decidieron arreciar la ofensiva contra el expresidente. Dicen que su rabia era dada porque el resultado de la encuesta Asisa, a su decir, ‘lavó la cara’ del ‘cubo de lodo’ que echó sobre el exgobernante y su proyecto para el 2016 el escándalo de la compra de los Tucano, el abucheo de Nueva York y el embargo mediático de propiedades millonarias de Félix Bautista, propiciado por el Procurador Domínguez Brito. Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa, ‘condenados’ por la sociedad como corruptos, en vez de mantener un bajo perfil han tomado el camino de la confrontación, propiciando el escenario del pleito contra Leonel. Félix echó una victoria por las alcantarillas con la estúpida nota de prensa que distribuyó sobre el acuerdo con Jaime Aristy Escuder, obligando al economista a tratar de ‘salvar la cara’, arreciando sus críticas sobre el tema de la Sun Land. Lo propio de Díaz Rúa con las auditorías de la Cámara de Cuentas a su gestión, que fue más aprovechada por sus enemigos, vendiendo al público elementos retorcidos que a la hora de ser ‘aclarados’ parecen ser como aquel cuento de la vaca. La hostilidad de Domínguez Brito, entonces, no puede ser respondida con la bendetta de ‘interpelación’ que pretende un grupo de legisladores leonelistas, porque sería usar el poder acumulado, por encima de sus atribuciones legales y constitucionales, con un fin meramente político, como hace el Procurador. El escenario de noviembre de 2012 se ha ido desvaneciendo y, por el contrario, cada vez que Leonel aparece en público desborda el entusiasmo de una mayoría de la sociedad ñAsisa los sitúa en 59%- que le reclama vuelva al poder en el 2016. Por ello, la trama en su contra está montada, aunque parecen no darse cuenta y/o subestiman a sus enemigos. De sus habilidades dependerá si salen airosos o pulverizados.
