EDITORIAL
Auxilios para el Sur
Las lluvias han castigado fuerte a las provincias del Sur, agudizando sus problemas ancestrales de pobreza, precariedades e insalubridad al destruir caminos, carreteras y puentes y paralizar la producción agrícola.
Esa región había soportado, el año pasado, los efectos prolongados de una sequía que se presentó en el 2015 y que deprimió sus cosechas y diezmó su ganaderia de carne y leche, y estaba en camino de rehabilitarse con los nuevos proyectos de desarrollo integral que el Gobierno emprendió en algunas de sus provincias.
Alarmado por el nivel de daños y trastornos que causaron las lluvias de los últimos días, el presidente Danilo Medina se hizo presente ayer en distintas comunidades de Barahona y Pedernales y constató la gravedad de la situación, disponiendo un plan de emergencia para llevar alimentos y brigadas que auxilien a los damnifi cados.
Encomiamos el gesto del Presidente de ir personalmente a las zonas más afectadas y comprobar, por sí mismo, el alcance de la devastación, y ahora esperamos que más allá de los remedios inmediatos para atender a los damnifi cados, ordene a los ministerios que sean necesarios que brinden todo el apoyo a los planes de reconstrucción de las infraestructuras colapsadas.
De la misma manera, puntual y sistemática, con que el Gobierno afrontó a fi nales del 2016 las devastaciones de la zona del Cibao y el Norte, donde todavía las instituciones del Gobierno completan trabajos de reconstrucción de puentes y carreteras y ayudan a levantar la diezmada producción agrícola.
Así también queremos que el presidente Medina meta toda la mano de la asistencia gubernamental en las provincias del Suroeste, ya que ellas por sí mismas no tienen los recursos sufi cientes para afrontar ese reto ya que, como olvidadas y desatendidas al fi n durante tantos años, apenas subsisten en medio de sus precariedades.
No se procuran privilegios frente a otras regiones que también han sido castigadas por las lluvias y otros fenómenos de la naturaleza, pero tomando en cuenta que el Gobierno proclamó que había llegado “la hora del Sur”, ciertamente el reloj la ha estado marcando con los nuevos proyectos forestales y de desarrollo integral y es ahora, en este nuevo contexto de apreturas, en que más se hace necesario este auxilio gubernamental.