Conejillo de indias
Olvidada y abandonada por quienes la utilizaron como portaestandarte de la campaña contra la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, la ciudadana Juliana Deguis Pierre se queja ahora de que los movimientos que la auparon como a una heroína en la lucha contra la apatridia se lucraron a costillas suyas.
Ella misma habla de que esos grupos ganaron dinero en sus movidas antinacionales y no le dieron nada a cambio, por lo que ahora atraviesa una situación de insostenibilidad, sin trabajo, sin recursos para alimentar y educar a sus hijos o para atender su propia salud.
El testimonio es demasiado elocuente porque desnuda el oportunismo de los grupos que se confabularon para denunciar que el Estado dominicano fomentaba un “genocidio civil” al desconocer la nacionalidad de millares de dominicanos de ascendencia haitiana, creando parias o apátridas, al margen de todo respeto a los derechos humanos.
Regístrate Gratis
Por favor, regístrate ahora para seguir leyendo