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ENCUENTRO VERDE

Nelson Bautista: El gran desafío que tiene la construcción del puerto de Manzanillo está en la forma en que se permita o no la arrabalización de la zona.

© Presidencia de la República

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A propósito de la denuncia hecha por la Coalición para la defensa de las áreas protegidas sobre la destrucción de manglares en los humedales de Montecristi para la construcción del muro fronterizo, el director de la fundación Acción Verde, Nelson Bautista, comparte con los lectores de Listín Diario algunas impresiones sobre las amenazas ambientales en esta provincia.

¿Qué amenazas al medio ambiente no han sido contempladas en la ejecución del Plan Maestro de Desarrollo de Manzanillo?

Históricamente las provincias fronterizas han sufrido por una suerte de abandono que las mantiene entre las más pobres del país. Muy a contrapelo de su importancia geopolítica y económica, los municipios que componen las provincias Montecristi y Dajabón no escapan a esta realidad. A lo mejor esta es una de las razones por la cuales el gobierno central está poniendo todo su empeño en generar mayores inversiones en la frontera norte. La zona conocida como “Manzanillo”, en el municipio Pepillo Salcedo, es hoy el epicentro de la mayoría de las inversiones, una vorágine desarrollista que incluye plantas de generación eléctricas, terminales de combustible, hoteles, muelles, astilleros y otras infraestructuras. Se ha trabajado en un denominado “Plan maestro” que -como suele ocurrir- plantea sobre el papel conceptos de sostenibilidad que ojalá fueran ciertos y se cumplan. En la práctica, con gobiernos locales débiles y mecanismos de supervisión ambiental demasiado vulnerables a nivel estatal, se producen inobservancias, agresiones al ambiente, vulneración de las Leyes y normativas vigentes: Se alteran ecosistemas sin remediación razonable, se sepultan humedales y se destruyen manglares. Hasta ahora eso es el pan nuestro de cada día. Nuestra sociedad tiene y debe asumir que el modelo de desarrollo sólo será positivo a largo plazo si es sostenible, de lo contrario será “pan para hoy, hambre para mañana”.

¿Cuál es la situación actual de los manglares de Estero Balsa?

Los manglares de Estero Balsa, que junto al Parque Nacional el Morro y el Refugio de vida silvestre Laguna Saladilla forman parte de un sitio Ramsar (convención internacional que protegen los humedales) en sí mismos se constituyen en uno de los pocos reductos de estos frágiles y valiosos ecosistemas dominados por manglares que aún se conservan en la isla. Sin embargo, las amenazas típicas del “desarrollo” de las zonas costero-marinas acechan constantemente estas áreas protegidas: cortes de mangle, rellenos de humedales, contaminación y dificultades en su cuidado y protección. Los estuarios y manglares de esa región perfectamente pueden ser ejes primordiales del desarrollo, especialmente del turismo, la sostenibilidad y los bonos verdes, pero al ritmo que vamos será todo lo contrario. ¿Cuál es el problema con la rehabilitación y ampliación del Puerto de Manzanillo si se supone que es un proyecto esperado que traerá beneficios a esta región y al país?

El puerto de Manzanillo se vislumbra como una obra necesaria y de suma importancia para el comercio internacional y el desarrollo regional, por su profundidad podría recibir embarcaciones de gran calado, convertirse en una especie de HUB que catapulte al país como eje de tránsito de mercancías para todo el caribe desde y hacia Norteamérica. El gran desafío que tiene la construcción de esta megaobra está en la forma en que se permita o no la arrabalización de la zona, cómo se va a garantizar la preservación ambiental de la zona y garantizar una operatividad con los mejores estándares de sostenibilidad. Por ejemplo: se rumora que un gran sistema de humedales que bordea el muelle será utilizado para un astillero. De ser así eso se constituye en un contrasentido, un crimen ambiental que no puede siquiera ser tomado en consideración por las autoridades, toda vez que a nivel de “discurso” tenemos un gobierno que a cada foro internacional que va vive ponderando la importancia de los humedales para el país.

¿Qué implicaciones tiene la fragmentación del hábitat?

La fragmentación del hábitat siempre es un problema grave que puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente en sentido general y que afecta de manera particular los valores y objetos de conservación de las áreas protegidas. Esto es precisamente lo que podría darse en el caso del Refugio de Vida Silvestre Laguna Saladilla, la cuál ha sido “rota, dividida en dos” por una gran trocha con un relleno de material granular de 20 metros y un muro que van a alterar no sólo el fijo de agua entre los manglares sino también las dinámicas propias de la vegetación y la biodiversidad del entorno. El impacto ambiental de la fragmentación de hábitats suele ser significativo, puede dar lugar a la pérdida de especies flora y fauna debido a la reducción de su hábitat natural y a la dificultad para moverse entre los polígonos que se dividan. Además de trastornar las relaciones entre diferentes especies que habitan ahí, lo que puede tener consecuencias impredecibles para la dinámica de las poblaciones.? En el caso particular de Laguna Saladilla, el riego podría incluso afectar sensiblemente en calidad y cantidad el área de manglares que va desde la laguna hasta la desembocadura del río masacre. Esto sin mencionar que hará mucho más difícil la protección y vigilancia de los polígonos que quedarán “detrás del muro”.