Reúsa y rechaza: Por un 2020 más verde y ecológico
Muchas lecciones e ideas inspiradoras para implementar en el año que recién inicia nos dejó en el 2019 el Encuentro Verde, el conversatorio mensual que realiza Listín Diario con expertos ambientales bajo la coordinación de la bióloga dominicana Yvonne Arias.
Una de esas lecciones está relacionada con la gran contribución que las pequeñas acciones hacen a la conservación del medio ambiente. Así parezcan imperceptibles.
Los ambientalistas Ginny Heinsen y Jake Kheel, por ejemplo, hablaron durante su participación de la importancia de reutilizar las cosas y de rechazar aquello que no necesitamos.
Para Heinsen, directora de Sostenibilidad 3Rs, todos tenemos el deber de ser activistas y esto incluye reutilizar lo que se tiene en lugar de comprar productos nuevos porque “estamos cogiendo recursos naturales para hacer cosas que cuando termines de usarlas simplemente vas a botar”.
De acuerdo con el presidente de la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (EcoRed), el tema no debe concentrarse en un solo producto, sino en todo lo desechable.
“Hay un poco de obsesión con el tema antiplástico. El tema es lo desechable, cualquier material desechable, sea papel, cartón o plástico. Todo lo que uno usa y bota de una vez es un mal uso, es un recurso limitado y lo estás botando. La mayoría de esos materiales son plásticos, o foam, pero la gente considera que está bien desechar un cartón u otro material pero no está bien el plástico. Todo desechable debe ser eliminado de la conversación”, explicó Jake Kheel.
Este año: ¡rechaza!
Heinsen y Kheel coincidieron en que tal vez la más importantes de las “R” ecológicas, a nivel personal, es “rechazar”: aprender a decir no a las cosas que no son necesarias para la vida, decir no a los caprichos personales que solo contribuyen al cúmulo de cosas y decir no a los regalos y ofertas de productos que incrementan los malos hábitos de consumo.
Rechazar, dijo Ginny, forma parte del consumo responsable, reduce el volumen de residuos y permite que las otras “R” (reducir, reutilizar y reciclar) se alineen más hacia el concepto de desarrollo sostenible.
“Es importante aprender a no aceptar. Cuando voy a un evento y me dan una fundita llena de cosas que no necesito ni quiero les digo gracias, pero no”, apuntó sobre el tema Kheel.
Con tan buena inspiración, repasamos algunas de las acciones que harán de este 2020, a nivel personal, un año más ecológico.
Sácale provecho a todo.
Reutiliza las hojas sin usar de los cuadernos viejos.
Prefiere las bolsas de tela a las de plástico. Usa un termo de agua y una taza de café reusables y un cepillo de bambú en lugar de uno de plastico.
Rechaza los calimetes o pajillas: ¡tardan casi 100 años en degradarse!
No desperdicies.
“Compra solo los alimentos que necesitas, sírvete raciones realistas, dona los excedentes y convierte los alimentos sobrantes en la comida del día siguiente”, recomienda la FAO. “Cuando desperdiciamos comida, también desperdiciamos todos los recursos utilizados para cultivar, procesar, transportar y comercializar esos alimentos”, explica.
No tires y ahorra.
Repara las cosas dañadas en lugar de tirarlas. Utiliza bombillas que ahorran energía y pilas recargables. Minimiza los productos químicos y de baño.
En casa o negocio.
Separa los residuos sólidos y ponte en contacto con empresas e instituciones que los reciben con fines de reúso o reciclaje. Recuerda imprimir solo lo indispensable. Reutiliza las envolturas de los regalos y prefiere con estos fines las bolsas al papel.
Piensa.
Reduce el consumo solo a lo necesario. Ten presente que el pasado 29 de julio fue el Día de Sobrecapacidad de la Tierra.
Según Onu Ambiente, para esa fecha “habíamos consumido más recursos naturales de los que el planeta podía regenerar durante todo 2019”.
Fuera de casa
Si haces ecoturismo, reduce el impacto negativo sobre el ambiente y las comunidades en los lugares a los que vayas.
Usa el metro.
Es actualmente el más eficiente servicio de transporte público de la ciudad. “Mucha gente usando transporte público significa ahorro energético, mejores presupuestos familiares y gente más educada (…) Los que usamos el Metro somos ciudadanos de primera, reducimos nuestra huella de carbono, aportamos menos vehículos a la ciudad y somos más responsables”, suele decir el arquitecto y urbanista Marcos Barinas en sus redes sociales.