Vida Verde

RESIDUOS SÓLIDOS

Ginny Heinsen: “El mensaje está llegando. Todos debemos ser activistas”

La directora de Sostenibilidad 3Rs asegura que “por más que eduques y quieras crear conciencia, si no hay sanciones y consecuencias no se puede lograr la transformación de la sociedad”.

Ginny Heinsen lleva a la acción su pasión por la ecología y –como ella dice– su forma guerrillera de exigir derechos y deberes y motivar con ello a las personas a alzar la voz y convertirse en activistas del cambio.

La directora de la consultora ambiental Sostenibilidad 3rs (reduce, reúsa y recicla) elabora su propia pasta dental y desodorante, asumió el compromiso de la moda de vestir ética y su casa es un centro de acopio comunitario del programa Vecino Verde.

Asegura que limpiar las playas nutre su alma y como sabe que el problema de los residuos sólidos no va a cambiar por arte de magia, insta a la sociedad civil y al Estado a formar parte de una solución que exige una transformación integral.

“Hasta que no veas el verdadero problema no te vas a identificar con la profundidad que tiene el problema. Y el problema está en ese bolígrafo que cuando se termine vas a botar. Estamos cogiendo recursos naturales para hacer cosas que cuando termines de usarlas vas a botar. ¿Por qué no podemos tener un bolígrafo que se rellene?”

Igual ataca y denuncia las malas prácticas como valora los esfuerzos que se hacen para cambiarlas.

Resalta, por ejemplo, los programas 3Rs implementados en el Palacio Nacional y el Banco de Reservas; el impacto del programa educativo “Yo reciclo” del Banco Popular, que involucró a cerca de medio millón de estudiantes; o los más de 90 talleres nacionales “3Rs, hacia basura cero” que auspició hace varios años el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Yo soy un individuo. No soy el presidente, ni un senador ni un alcalde. Mi posición es ser activista y con mi compra mandar un voto; llevar un mensaje y con mis coordinaciones a limpiar playas, crear conciencia. El mensaje es: levanten su voz. Estoy viendo una transformación frente a mis ojos”, dice Heinsen durante su participación en el Encuentro Verde, la tertulia mensual del Listín Diario que coordina la bióloga Yvonne Reyes y que cuenta con el apoyo de la fundación Propagás.

¿Por qué no se ve esa transformación?, le preguntamos. ¿Por qué, pese a los programas de gestión, cada vez llega más basura a las playas y persiste el problema de los residuos sólidos?

“Vengo trabajando educación y conciencia desde 2010 intensamente en el tema de los residuos. Es mi pasión. Pero por más que eduques y quieras crear conciencia, si no hay sanciones y consecuencias no se puede lograr la transformación de la sociedad”, admite Heinsen.

Y no hay sanción, asegura la auxiliar naval, porque aunque hay leyes que te multan si tiras basura en lugares públicos y existe la ley 6400 de Medio Ambiente, el procedimiento no está claro.

“Entonces, cuando haces un ilícito lo que hay que hacer es llevarte ante un juez. Ve tú a ver si ese procedimiento funciona”. Comenta que el tema de sanciones y consecuencias está claro en la propuesta de ley sobre manejo de residuos sólidos que se encuentra en el Senado.

Para Yvonne Arias, forma parte también del ideal que la ciudadanía tuviera un empoderamiento en cada barrio y que las juntas de vecinos vuelvan a tener un rol importante dentro de la gestión. “Tengo la ilusión de hacer un código en los barrios para que, socializando previamente con la comunidad, se sepa cuáles son las consecuencias si se genera basura en lugares inapropiados”, responde Heinsen al respecto. Para empezar, señala, la primera visita debe hacerla el Ministerio de Salud Pública, para hacerles ver a los ciudadanos del peligro que este problema representa para la salud. “Tienen que entender primero el problema y por eso me alegró, aunque mucha gente no estuvo de acuerdo, lo que ocurrió el año pasado cuando la tormenta Beryl, con apenas 11 pulgadas de lluvia, arrastró a la costa la famosa ola de basura que circuló por el mundo entero. ‘Ay, que van a arruinar nuestro turismo’, decían. El turismo lo estamos arruinando nosotros y no nos damos cuenta. La gente se ha acostumbrado a no ver a Güibia, a no ver el fuerte el San Gil y a no ver Montesinos. Pero eso pasa a menudo. Entonces, tienes, como ser humano, que ver el problema”.