SEQUÍA

“Necesitamos una autoridad nacional del agua, una especie de Amet del agua”

Seguridad hídrica y seguridad alimentaria es un matrimonio sin divorcio, asegura el ingeniero agrónomo Milton Martínez González, miembro de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Los próximos dos meses serán de sequía, advirtió la semana pasada el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).

“Es un asunto de prioridad. Si usted tiene un valle seco y un río que aporta agua que no alcanza para ese valle, y todo el valle es fértil, la prioridad tiene que ser que el agua fertilice ese valle. Usted no puede autorizar ningún uso del agua que contradiga esa prioridad. Usted puede tener cinco o seis usos complementarios. Si usted quiere hacer presas, turbinas aguas arriba, y áreas turísticas, nada de eso consume el agua”. Ahora, dice Martínez, lo que no puede hacer es contaminarla, porque se trata de la única fuente de agua no solo de la agricultura, sino de toda la economía. “Tienes que decir: el río me produce este caudal seguro, y yo necesito este otro caudal, ¿cómo hago para, aunque sea, amortiguar la precariedad? Manejarme dentro de la precariedad, porque yo tengo que asumir un escenario de precariedad”.

UN MATRIMONIO SIN DIVORCIO

Martínez, invitado al Encuentro Verde de Listín Diario, que coordina la bióloga Yvonne Arias y cuenta con el apoyo de la fundación Propagás, analizó para los lectores la relación entre seguridad hídrica y seguridad alimentaria y el papel que juegan los bosques en esa relación que él llama un “matrimonio sin divorcio”.

¿Cómo se da el ciclo de sequía en República Dominicana? En nuestro país, los vientos alisios entran por el nordeste. El país ahí no hace nada, porque está orientado noroeste-sureste. Los vientos entran por Los Haitises, pasan por arriba de Los Haitises, chocan con la cordillera Central y van creando un gradiente de humedad a lo largo de la cordillera. Lo que está detrás de la entrada de los vientos es seco, y lo que está de frente es húmedo. Y eso es el país en términos climáticos. Entonces tienes al Cibao Yuna del lado húmedo, y al Cibao Yaque del lado seco. Del lado seco tienes también al Nizao y al Yaque del Sur. Si no entra humedad, si ese viento se desvía, si el polvo del Sahara calienta la atmósfera y la humedad no se condensa, pues tenemos sequía. Entonces hay que rezar para que el polvo del Sahara no caliente la atmósfera. Y ya los modelos meteorológicos planetarios lo predicen. No hay misterio. Hay regiones, en términos generales, en que hay que tener los dedos juntos, todo el año, a ver si cae el agua que se va a evaporar. Cuánto se me evapora está registrado en 30 años de estadísticas.

¿Por qué, a pesar de la lluvia, hay sequía? Hay una ecuación hidrológica que hay que estudiarla. Para eso hay un especialista en modelación que te dice: Mira, esa cinta blanca es la cuenca del río Nizao, tiene una pendiente característica, tiene una cobertura forestal característica y una pluviometría característica. Y dices: “Bueno, si me cae tanto en la cabecera, yo voy a medir cuánto se me evapora, cuánto se infiltra y cuánto discurre, y creo un modelo. Tengo muchos datos: viento, nubosidad, temperatura, y con todo eso yo construyo un modelo. Las estadísticas dominicanas están basadas en 30 años de observación. Tenemos estaciones meteorológicas y estaciones de medición de caudales en los ríos que ya tienen 30 años de registro. O sea, tengo una estación meteorológica diciéndome cuánto llueve, y tengo una estación de aforo en el río diciéndome cuánta agua está pasando por ahí. Ahora, según se deforesta la cabecera del río, me cambia el perfil de flujo. Antes, cuando llovía, yo esperaba el 30% del agua fluyendo, ahora cuando llueve baja al 60%, ¿qué pasa con el otro 40 que antes se infiltraba? Es decir, antes se infiltraba un 30% y se evaporaba un 30%. Ahora, como me fluye un 60%, me está bajando la infiltración y eso es grave para la salud de una cuenca, debido a la deforestación que me está eliminando la capa natural, la colcha que está en el bosque nativo. Por eso es que somos tan celosos con el bosque primario. El bosque primario es posiblemente el recurso natural más valioso. Y no es un recurso renovable. Y parece que andamos por debajo del 2% de bosque primario en el país. Óigame lo grave que estamos nosotros. La lectura forestal, en términos estructurales, da escalofríos.

Yvonne: ¿Por qué, si se ha reforestado tanto, tenemos sequía? ¿Y por qué tenemos tantas especies en lista roja si tenemos una cobertura como la que tenemos?

Uno de los más graves problemas del bosque es la contaminación genética. La reforestación mal hecha te mete en una agenda de contaminación genética. El Estado reporta solo árboles plantados, pero el historial indica que la tasa de sobrevivencia es de cinco por ciento. ¿Por qué? Porque hay un enfoque de centralización que impide que la comunidad local, que conoce el clima, los suelos y que probablemente conoce las plantas, participe no de manera subsidiada, sino como parte sustantiva del proceso. Hay que tener indicadores consolidados para describir situaciones ambientales. No es con discursos encapsulados. Es con indicadores. Estaba contento porque en el Inventario Nacional Forestal en la República Dominicana 2018 apareció el indicador de carbono orgánico en el suelo, en el diagnóstico de ahora. Es un dato importante, porque la pérdida de retención de humedad la puedes vincular directamente a ese indicador. Nosotros podemos establecer una red nacional (el Grupo Jaragua tiene una allá en Bahoruco, el bosque húmedo de pino, ya tenemos cómo darle seguimiento), podemos medirle la salud a todas las áreas que califiquen dentro de ese ecosistema típico. Pero hay que hacer un esfuerzo para poner orden… Nosotros como país somos los que tenemos que definir una política ambiental.

Yvonne. ¿Cómo es que uno decide, Milton, sin saber cuál es la fauna asociada a una flor, sembrar lo que te dé la gana, sabiendo que estamos en una isla donde los hábitats estructurales están comprimidos y en lugar de estar a lo ancho las cosas evolucionaron en pisos? No es que quiten una mata y pongan otra, es que hay un estudio que te dice cómo era la fauna de la ciudad y hay que restablecer la flora que coevolucionó con esa fauna.

Hay un problema muy serio aquí en materia forestal: es la confusión entre plantación forestal y bosque. Y que lleva al lío que hay con el manejo de bosques naturales, los famosos planes de manejo. Para mí hay más complicidad que confusión, pero vamos a decir, por cortesía, que es confusión. La ley no prohíbe tener un bosque privado. Yo puedo heredar un área boscosa. Mi familia puede tener un área boscosa y decidir que la voy a aprovechar comercialmente como bosque, porque la familia entendió que como bosque la puede aprovechar económicamente. El Estado tiene que asistir a esa familia en mantener el bosque y sacarle provecho. Puedes tener un bosque de sabina y vender el círculo económico, aprender cómo se extrae un árbol de manera adecuada para que no provoque erosión, porque al dueño del bosque no le conviene para nada la erosión. Ahora, si el dueño está pensando en 10 años sacar 50 millones de pesos de unas hectáreas y todos los daños dejárselos al país, entonces no está haciendo manejo de bosque sostenible. Aquí se monta una cadena de complicidad, donde se aprueba un plan de manejo de bosque sostenido y se ejecuta un plan de cambio de uso de la tierra. El movimiento ambiental se está oponiendo a ese fraude, que debería ser delito ambiental, debería ser tipificado como delito. Que un área sea declarada de vocación boscosa, el país tiene que definir eso. El país tiene que definir dónde tiene que tener bosques, qué puede ser bosque de conservación o bosque de aprovechamiento, pero bosque. Un área boscosa, incluyendo “bosque primario”. Toda la vida microbiológica que está debajo de los pies de nosotros no vuelve. Va a venir otra, pero la que se perdió se perdió. La única manera de entender cuál es la riqueza de flora y fauna oriunda de aquí es teniendo mosaicos de bosques nativos para poder estudiarlos, en todos los ecosistemas que tenemos.

Usted dice que hasta que no tengamos eso claro no vamos a tener seguridad hídrica.

Nosotros tenemos que tener 30 millones de tareas de bosque para poderle asegurar agua a 20 millones de tareas que tenemos arables. Estamos en una situación grave. ¿Sabe por qué aquí no hay un conflicto serio? Porque los agricultores no están organizados. ¿Usted sabe lo que es quitarle el agua a Baní durante dos años consecutivos? ¿Por qué le quitaron el agua a Baní? Porque le cambiaron el objetivo al sistema Jigüey-Aguacate-Valdesia. Eso era electricidad y agricultura. Si te metes en la capital, le sacan seis metros cúbicos por segundo, no te imaginas el volumen de agua que es seis metros cúbicos por segundo. Si hago un cálculo, es posible que ese solo acueducto sea suficiente para toda la capital. Cuando se estaba dando la nota de alarma, en el peor momento de la crisis que dizque acaba de pasar, el director de la CAASD dijo que estaban entrando 360 millones de galones diarios. Calcúlalo. En el peor momento, con la capital en crisis de agua. Esos millones los multiplicas por 3.78 para llevarlos a litros, y luego entre los 350 litros que hay que darle a cada ciudadano por día, en la capital, es muchísima agua. El dato que él dio es que esa agua da para tres millones 985 mil ciudadanos, dándoles 350 litros de agua por día. Te están diciendo, las autoridades del agua, que hay agua para tres millones de gente, desperdiciándose… Él dice: “Yvonne necesita tener 150 litros en su casa, pero para que ella use 150 tengo que ponerle 350, para que ella bote 200”. ¿Cuándo vamos a tener seguridad hídrica aquí, con esa base de desperdicio? Ahora él dice que la producción subió a 400 millones. Con 150 litros puedo bañar el perro, beber, bañarme, echar agua al jardín. Para todo eso da. La Unesco definió 150 litros como nivel suficiente para cada persona. Si yo adopto como país el criterio de la Unesco, con 150 litros yo digo: “Espérese. Santiago Rodríguez va a tener crisis en el 2019 porque el 2018 ya me lo dijo, pero no puedo esperar al 2019 para tomar las medidas. Entramos al plan B, que es 50 litros, pero no 50 litros para botar 50 y que otros 50 te lleguen. No, es sin desperdiciarlos. Eso significa que no vamos a tener lavaderos de carros y que vamos a tomar medidas serias… En las zonas muy críticas lo que hacen es que les cortan el agua. Yo fui a Santiago Rodríguez y no había agua en el acueducto porque el río donde estaba el acueducto se secó. Hay otro río con agua a 4 kilómetros, ¿por qué no hacen la toma en el acueducto que tiene agua?

Hablaba del rol de los ecosistemas naturales en la captación de agua y la seguridad alimentaria.

Decía que el bosque primario es posiblemente el recurso natural más valioso. Valle Nuevo no es solamente un productor de agua, sino un distribuidor de agua que parece hecho a mano, que te manda agua a norte, sur, este y oeste. Eso debería ser un santuario, si fuéramos un país serio, donde todo el mundo aportara algo para mantenerlo como santuario y todo el mundo, desde los cinco años, debería saberlo. Eso es muy grave. En el gobierno se está discutiendo la Ley de Aguas. Necesitamos una autoridad del agua que pueda hablar en sintonía con el interés a largo plazo de la sociedad. Cuando vamos a discusión sobre esta ley, el gobierno parece que va a proponer dos autoridades de agua, una para el agua que ellos llaman potable, la Ley APS (Agua Potable y Saneamiento), que va a ser Salud Pública la autoridad; y la otra autoridad sería Medio Ambiente, para el agua cruda, como ellos les llaman.

¿Qué tipo de presión pudieran hacer los agricultores si estuvieran organizados?

Los agricultores, como entes de presión están divididos en muchas organizaciones. El CONEP habla por los empresarios. Nosotros no tenemos un consejo agrícola en el país. Si estuvieran organizados, fueran un factor social en la definición de las políticas. La tendencia es a desorganizarse más, porque la sociedad no los ayuda a organizarse, va un grupo de agricultores interesados en un rubro, y viene un ruido político y confunde a una parte. Lo digo porque soy agricultor también. ¿El turismo necesita uvas? Bueno, el país es perfecto para producir uvas, limón agrio, pitahaya. Nosotros no podemos exportar limón de tercera categoría, pero sí lo podemos importar. República Dominicana firmó un acuerdo dentro del RD-CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos) que indica que tiene 20 años para adecuarse en materia agrícola. Ya han pasado 13 años. Tenía que estar todo nivelado y decidido, hay que decidir cuáles son los factores de producción que incrementan los costos. El agricultor tiene que tener el suelo nivelado, los insumos a tiempo y a precios competitivos, y tiene que tener una información de mercado transparente y un plantel técnico competente. El agricultor tiene que tener un acompañamiento para que tenga participación en la cadena de valor, una participación conveniente. Aquí llamamos agricultor nada más a enterrar la semilla, a procurar que no se muera la matica y a cosecharla y ya. Eso es la agricultura. No, hay que rediseñar eso. Pero eso tiene que hacerse con una redistribución de poder que no se hace de manera espontánea. A nosotros nos devuelven los productos inclusive de países con los que tenemos acuerdo de libre comercio porque no cumplen con normas sanitarias, ¿pero nosotros hemos devuelto nunca un producto por no cumplir con normas sanitarias? Entonces, ¿el limón que nosotros no podemos exportar sí lo podemos importar?

Yvonne: ¿Pero es una responsabilidad gubernamental?

Claro. El país tiene que definir una política de soberanía alimentaria y de seguridad alimentaria. Tiene que definirla. Los cebolleros de Vallejuelo producen cebolla en marzo, y a esta hora no saben a quién le van a vender las cebollas. Este país consume un millón de quintales de cebolla, y lo produce, y hay que importarlo. ¿De qué seguridad alimentaria me estás hablando si las vacas se están muriendo desde que hay tres meses secos? ¿Y por qué no hay lagunas? Tienes que tener maquinarias, y no las vas a comprar cuando entra la sequía, tienes que tenerla ahí antes de que empiece. En el valle de La Vega Real, la deficiencia hídrica es 19 por ciento. Significa que para usted mojar una tarea de arroz necesita el agua de más de cinco tareas. Es como si tú, para bañarte, necesitaras usar el agua de cinco gente. En la capital, la eficiencia del uso del agua es de 30%. Es uno de los aspectos crónicos que hay que trabajar, porque tienes cuencas con toda el agua comprometida.

¿Por qué crónicos? ¿Cómo se gasta esa agua?

La agricultura usa el 80% de las aguas del país. El otro 40% se va a los acueductos. El desorden que hay no es por falta de ley, necesitamos una autoridad de agua porque tenemos una dispersión de autoridad. Una autoridad nacional del agua como hay en todas partes.

¿Cuál sería la misión de esa autoridad? Hay que asegurar la inversión a la producción de agua. Aquí no está claro lo que se invierte en producir agua. El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) no produce agua; el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (Inapa), tampoco. Se administra lo que ya está. Producir agua significa garantizar que las áreas de captación cumplan la función de captación, y para eso está el bosque primario. Son los bosques. Ahí no hay tutía, no hay alternativa, no hay plantación que los sustituya. El bosque primario es posiblemente el recurso natural más valioso.

¿De quién es tarea preservar ese bosque primario? Por naturaleza, uno piensa en el Ministerio de Medio Ambiente, pero este ministerio no tiene autoridad ni la va a construir. Yo me refiero a una autoridad creada. Como la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) cuando se creó. Algo nuevo. Propongo una especie de Amet del agua: una autoridad nacional del agua que se encargaría de establecer las prioridades, una autoridad en todo el sentido. Porque tiene que haber una economía de agua, que no la tenemos. Nosotros hemos hecho ejercicios, por ejemplo, si tú le asignas un centavo por cada metro cúbico de agua producida a todo el que la use, creas una economía de agua voluminosa.

Yvonne. ¿Estás insinuando que el agua, que es uno o el principal, quizás, servicio ecosistémico, hay gente poderosa que no la paga?

El agua es el principal servicio. Por eso necesitamos una autoridad del agua que tenga un protocolo que diga: “Llovió este año menos que el promedio, ya las presas no pueden estar generando electricidad a partir de tal mes”. Ahora no se hace, al contrario. Una autoridad que diga: “En Sabaneta llovió y la presa se quedó a dos tercios de la altura máxima, esa agua no alcanza para dos cosechas del valle, entonces nadie puede turbinar, ni un kilo; se va a turbinar cuando se esté regando, nada más”. Pero tiene que ser la autoridad. El país está lleno de hidrólogos pero no están en la nómina. Los hidrólogos independientes, si haces un concurso, sobran.

¿Quién, o qué institución, sería esa autoridad? Una autoridad de agua que pueda estar por encima de todos esos intereses particulares. Lo que están proponiendo ahora es crear en cada provincia una cora (corporación de acueducto y alcantarillado). Y entonces una autoridad reguladora que es Salud Pública. El Inapa no abriría acueductos, sería como laboratorios, se dedicaría a la supervisión técnica. La constitución prohíbe la enajenación del agua, ¿y qué es lo que hace una institución pública cuando le vende el agua a una embotelladora? Nunca se les va. El agua tenemos que llegar a medirla a todos los usuarios. Para que el agua se pague tiene que medirse. El internet se mide, y mientras no te la midan, no la vas a poder pagar. Te abren una chorrera en una parcela por un tiempo, o por volumen, y tu llave la pagas por mes, no por volumen. Industrias, viviendas, agricultura, todo el mundo tiene que estar en un contador de agua. Con un contador, de una vez vas a tener interés en eficientizar tu uso, porque se te rompió la manguera, un tubo… El país no tiene idea de cuánto cuesta el agua, porque le cuesta a otro, no a ti personalmente. Y la gente sí desperdicia el agua. El agua que tenemos. Mal medidos, estamos produciendo 19.4 mil millones de metros cúbicos. Es agua suficiente. Es el promedio. El problema es que la desperdiciamos. Y el gobierno es el principal desperdiciador porque el gobierno es el que pone el desorden. No hay una sola área piloto de eficientización. Quisiéramos comenzar por pequeñas áreas para ir ampliando hacia la eficientización. La CAASD puede coger un barrio. No se sabe cuánto se consume ni cuánto se desperdicia. ¿Cómo se resolvería? Instalando un medidor de agua. Tienes que saber cuánta agua está entrando y cuánto se consume. El país tiene que estar diseñado de manera que se recolecte el agua y baje al alcantarillado. Ahí se puede poner un medidor, y uno a la entrada. Hay que comenzar, hacer la experiencia. Con lo que se ahorra, se paga.

¿Qué le parece el Plan Nacional para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional 2019-2022? ¿Peligra la seguridad alimentaria de República Dominicana en estos momentos?

Claro. La soberanía alimentaria está más en peligro en estos momentos que la seguridad. La soberanía te habla del proceso completo de producción de alimentos, y la seguridad es el abastecimiento: si hay habichuelas en los almacenes, no importa de dónde venga. La soberanía está comprometida en estos momentos porque necesitas una política, por ejemplo, de semillas, de lo que llamamos germoplasma. ¿Qué está sembrando la gente que siembra habichuelas? ¿Hay garantía de semillas de calidad y oportunidad? Hay que invertir en eso. Dice el Ministerio de Agricultura que se ha invertido más que nunca. ¿Y el arroz? ¿Y la producción de frutales, tienen yemas los bancos del estado? No hay presupuesto para eso. Hay inconsistencia por todos lados. El sistema nacional de sanidad vegetal no funciona, no tiene recursos. Se metió la Pyricularia del arroz, se metió la mosca blanca, impunemente cualquiera que tiene un rango militar va a California, trae un esqueje de fresas y ¿quién se lo quita?

¿Cómo se da cuenta la gente que está peligrando la soberanía alimentaria si va al supermercado y encuentra de todo?

Esas naranjas lindas que ves no son de aquí. Están desapareciendo los rubros tradicionales del país. Por ejemplo, el coco. La industria del coco depende del coco importando y la gente no se da cuenta. El pollo y el cerdo son ensamblados. Los huevos. Todo viene de fuera. Si quieres hacer un huerto de lechuga o verdura criolla, de lechosa, ¿quién te produce el poquito de semillas que necesitas? No hay producción de semillas. Otro indicador es la quiebra masiva de productores criollos. ¿Por qué no hay ajo criollo? El RD-CAFTA incluye ocho productos criollos en la lista de rubros sensibles: ajo, arroz, cebolla, habichuela, pollo, cerdo, maíz y leche. El país sometió la lista a la OMC y le aceptaron que esos ocho rubros son sensibles para la economía y para la sociedad dominicana, porque ocupan a tanta gente en el país que si quiebran es una catástrofe social. Le dieron 20 años de plazo al país para adecuarse. Están los ganaderos con el grito al cielo porque le importan leche falsa para dar al desayuno escolar. Entonces, ¿de qué soberanía y seguridad alimentaria me habla ese plan si los ganaderos no tienen garantía de dónde van a colocar su leche? Por lo menos esa lista muy finita de bienes debería tener una política y no se ve. La única política de arroz es en la pignoración, es lo único que se hace. Si tuviéramos una pignoración en habichuela, leche, en cebolla, bueno… Tú dijeras: “Tenemos una política de pignoración para los rubros sensibles, por lo menos”. Pero no, solo existe en arroz. Y es porque ahí están los molineros, que sí tienen fuerza, sí pueden influir y pueden crear un conflicto mayúsculo taponando la economía del arroz. Pero para el 2026 se va a soltar el loco, porque se van a abrir las aduanas. No va a haber cuotas. Cuando un producto no sirve no tiene sabor. En eso influye el sistema de producción, el acortamiento del ciclo y la luminosidad en que se cultiva. Si pruebas una manzana producida aquí ya no buscas más; inclusive la cebolla de aquí es mejor que la importada. Y eso debería trabajarse como marca país.

DE INTERÉS

- Para Milton, primero hay que producir agua, y luego asegurar que no se desperdicie. Despúes, orientar el ordenamiento territorial por la seguridad hídrica y luego dar prioridad al ordenamiento forestal, “porque así como están entrelazados seguridad hídrica y seguridad alimentaria, están entrelazados el ordenamiento hídrico y el forestal. Necesitamos dos áreas de bosques, una parte de bosque de protección y otra parte de bosque de producción, de madera. Pero bosque, y servicio de bosque…”

- Eladia Gesto, coordinadora del programa de Conservación de la fundación Propagás: “Es interesante ver cómo, por un lado, nuestras políticas están dispersas. Turismo tiene sus metas, aumentar tanto por ciento las habitaciones, pero ese turista va a requerir agua. Agricultura tiene sus metas, los empresarios las suyas, el Ministerio de Educación... Todo el mundo tiene sus metas. Y todos van a necesitar el mismo recurso. Pero nadie se pregunta de dónde va a salir ese recurso. Es interesante ver que es un recurso integrador de la sociedad, pero la sociedad no se ha integrado para el cuidado de ese recurso. Si nuestros agricultores supieran lo que significa la pérdida de bosque para su bolsillo y para su producción, otra fuera la historia, otros fueran los defensores”.