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Según un estudio, la red social Facebook tendría más usuarios muertos que vivos en 2070

Si la red social siguiese creciendo al ritmo en que lo hacía el año pasado, en el año 2100 tendría 4.900 millones de usuarios fallecidos

A finales del presente siglo, Facebook será una especie de cementerio digital, según un estudio publicado por el Instituto de Internet de Oxford a finales de 2019.

Si la red social siguiese creciendo al ritmo en que lo hacía el año pasado, en el año 2100 tendría 4.900 millones de usuarios fallecidos.

Incluso si la plataforma de Mark Zuckerberg hubiese frenado su crecimiento por completo en 2018, el número alcanzaría los 1.400 millones. Bajo esta última premisa, en 2070 habría más usuarios fallecidos que vivos en la red social.

Para los responsables del estudio, Carl J. Öhman y David Watson, una de las principales preocupaciones es ¿qué hacer con ese testamento en ceros y unos?.

¿Qué hacer con las fotografías, los eventos, las actualizaciones o los vídeos?, en definitiva, con todos esos datos que se convertirán, según sus palabras, en “parte del patrimonio digital global”.

“Nunca antes en la historia se había reunido en un solo lugar un archivo tan vasto de comportamiento humano y cultura”, escribió Watson en un comunicado.

Lo que ahora son fotografías de viajes, de amigos o de fiestas, reacciones a noticias o estados en la red social, pueden ser un documento de importante valor histórico en un futuro.

“Estas estadísticas dan lugar a nuevas y difíciles preguntas sobre ¿quién tiene derecho a todos esos datos?”, dijo Öhman en el mismo comunicado.“[Sobre] Cómo deben manejarse en el mejor interés de las familias y amigos de los fallecidos y su uso por futuros historiadores para comprender el pasado”, agregó.

Watson considera que Facebook debería invitar a historiadores, archiveros, arqueólogos y especialistas en ética a participar en el proceso de conservar y gestionar estos datos a medida que se van quedando huérfanos.

También señalan que es importante que generaciones venideras puedan acceder a ellos para comprender la historia y que toda esa información no sea únicamente de uso para una empresa con ánimo de lucro.

En este sentido, un portavoz del gigante de la red dijo a la cadena estadounidense CNBC que la compañía estaba cerrando alianzas continuamente con “especialistas y académicos en campos relevantes, para construir más herramientas que ayudasen a las personas a planificar su legado digital”.

OPCIONES.

En 2018, un juzgado en Alemania dio la razón a unos padres que querían acceder a la cuenta de su hija fallecida en 2012 tras ser arrollada por un tren y ordenó a la plataforma que les permitiesen entrar.

Los padres querían ver la vida virtual de la adolescente de 15 años para encontrar alguna pista de si había sido un accidente o si, por el contrario, se trataba de un suicidio. Facebook se negaba alegando motivos de privacidad.

Otro caso que puso la política de Facebook en el centro del debate tras una muerte, fue el de Hollie Gazzard, en 2015. Gazzard, una joven británica de 20 años, fue asesinada por su novio en 2014.

Un año después, imágenes de los dos juntos aún eran visibles en su cuenta. El padre quería eliminarlas, pero Facebook no le permitía hacer cambios en la cuenta de su hija.

Finalmente, la plataforma eliminó las fotos argumentando que habían recibido un informe por la violación de derechos de autor del contenido.

La red social en la actualidad tiene diferentes mecanismos para lidiar con la muerte de sus usuarios.

En su página web, la compañía informa de que se puede designar un contacto de legado. “Es la persona que eliges para que administre tu cuenta si esta se convierte en conmemorativa”, se lee.

Este contacto puede fijar una publicación en el perfil, ver publicaciones que hizo, decidir quién puede ver y publicar homenajes o solicitar la eliminación de la cuenta, entre otras opciones. No podrá, sin embargo, iniciar sesión en la cuenta ni leer los mensajes.

Por otro lado, el usuario puede decidir que la cuenta se elimine permanentemente en caso de fallecimiento.

Si esta es la opción elegida, si alguien comunica a Facebook que el usuario ha muerto, toda la información presente en la cuenta desaparecerá.

En cuanto a cómo la presencia de información y cuentas de personas fallecidas afecta la forma en la que nos enfrentamos al duelo, la psicóloga Elaine Kasket dijo en una entrevista en The Observer que “hace que el difunto esté mucho más presente”.

La autora del libro “Todos los fantasmas en la máquina: Ilusiones de inmortalidad en la era digital”, aseguró que “internet está hecho a medida para mantener vínculos, lo hace excepcionalmente fácil, porque los muertos ya viven en la tecnología”.

Y añadió, “los muertos permanecen socialmente activos de una manera sin precedentes”.