Tecnología

Siete tácticas ‘antitrampas’ para evitar que los alumnos copien durante los exámenes 'online'

Las pruebas no serán como otros años, ya que los estudiantes harán los exámenes de forma 'online' por la pandemia del COVID-19

Clases digitales, la nueva forma de educación ante la pandemia del COVID-19. / Listín

Durante el confinamiento y después de que se cancelaran las clases presenciales para evitar la propagación del nuevo coronavirus, los profesores han tenido que idear diferentes formas para continuar impartiendo sus clases a los alumnos, así como para evaluarles.

Se acerca el verano y eso significa que los alumnos tienen en las próximas semanas los exámenes finales del curso antes de las vacaciones. Sin embargo, las pruebas no serán como otros años, ya que los estudiantes harán los exámenes de forma 'online'.

Los alumnos más avispados han aprendido a utilizar las nuevas tecnologías para copiar o preguntar a algún compañero cualquier duda en mitad de los exámenes 'online', pero los profesores también han descubierto nuevas técnicas para evitar que los estudiantes copien.

Según un análisis de la plataforma Qustodio, una de las herramientas más utilizadas por los profesores es Respondus, que bloquea el ordenador del estudiante durante el tiempo que dure el examen. Además, hace que el alumno sólo pueda acceder a la plataforma utilizada para la evaluación.

Los alumnos deben instalar Respondus en su ordenador antes del examen, así como hacer una prueba con el profesor para comprobar que todo funciona correctamente.

Por ello, a los alumnos a los que les resultara imposible instalar esta herramienta de bloqueo de pantalla se les pedía que compartieran la pantalla durante lo que durara la prueba.

Otro método utilizado por los examinadores ha sido pedir que los alumnos grabaran tanto la imagen como el sonido durante toda la duración del examen, para luego comprobar si el estudiante ha realizado algún movimiento sospechoso o no.

Muchos profesores también han pedido que los alumnos mostraran su habitación minutos antes de empezar el examen para ver si contaba con algún libro, post-it o cuaderno con el que pudiera copiar las respuestas.

Algunos maestros han optado por cambiar el tipo de examen y reducir el tiempo de la prueba para que los estudiantes no pudieran buscar las preguntas en Internet, preguntar a otros compañeros a través de redes sociales o copiar directamente la respuesta del libro.

En ocasiones, algunos profesores han considerado que 10 minutos era un tiempo más que suficiente para realizar el examen si los alumnos conocían las respuestas. Otros profesores han preferido realizar exámenes tipo test para que resultara más complicado localizar la respuesta en los apuntes o libros.

Examinar a los alumnos de forma oral a través de una videollamada ha sido otra de las tácticas utilizada por los profesores, un tipo de evaluación que dificulta bastante el uso de las 'chuletas'.

Por último, según el análisis de Qustodio, también hay profesores que han optado por realizar exámenes en los que en lugar de preguntar por la teoría, les pedían ejemplos. En este sentido, es complicado que los alumnos coincidan en la respuesta si no están copiando.