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La maestría china hiela la caldera de París
Ni el estruendo de miles de gargantas consiguió aplacar este domingo en París el torrente de juego de los chinos del FunPlus Phoenix, que impidieron al G2 Esports convertirse en el primer equipo europeo en ganar la final mundial del videojuego "League of Legends".
Probablemente no haya muchos eventos en el mundo capaces de reunir bajo un mismo techo a jóvenes que han viajado desde lugares tan dispares y alejados como Costa Rica, Los Ángeles o Tokio con un único objetivo: vivir en directo la pasión de la final del videojuego más popular del momento.
La pasión desbordaba el recinto del AccorHotels Arena de París desde varias horas antes del evento.
Los miles de espectadores que ya habían tomado asiento para las 11.00 de la mañana (09.00 GMT), dos horas antes del comienzo de la final, no dudaron en entonar a capella el himno francés, La Marsellesa, para calentar motores ante lo que se venía encima.
"Let's go G2!" ("¡Vamos G2!") fue el grito de guerra que no dejó de escucharse desde antes de la final y durante el transcurso de cada partida.
Sin embargo, por mucho que los pronósticos diesen al equipo europeo -fundado por el español Carlos "Ocelote" Rodríguez- como favorito, el FunPlus Phoenix, o FPX, se mostró arrollador desde el comienzo hasta el final para lamento de muchos aficionados venidos de todas partes para animar al G2.
La costarricense Maureen, una cosplayer de 28 años que se desplazó a Europa expresamente para seguir en directo las semifinales disputadas el pasado fin de semana en Madrid y la final de París, explicaba emocionada a Efe cómo ha podido vivir el crecimiento de "LoL" en su país desde sus comienzos.
"Valió la pena las 17 horas de vuelta al mundo hasta acá. Cuando conocí 'League of Legends' éramos cinco o seis personas jugando en Costa Rica, ahora somos una comunidad enorme, miles y miles", dijo Maureen.
Los pasillos para entrar al gran recinto del AccorHotels Arena, que llenó a rebosar su capacidad para 20.000 personas, eran una gran Babel con un nexo de unión que no entiende de idiomas, los eSports.
"El primer día que salieron las entradas estuvimos diez horas para poder comprarlas y aquí estamos", recordaba Kevin Iglesias, que viajó a París desde Girona con sus amigos para poder presenciar un evento con el que había soñado desde hace años.
Cada muerte conseguida por los europeos del G2, especialmente de sus estrellas "Caps" y "Perks", era celebrada con alborozo en los graderíos.
Pero también había quien prefería dar su apoyo al equipo chino, pese a encontrarse en clara inferioridad, como la barcelonesa Azalea.
"Yo voy con Funplus, me gusta mucho (el jugador) 'Doinb', y la actitud de G2 no me gusta nada. Me da igual estar en minoría, estoy totalmente convencida de que van a ganar", explicaba a Efe esta cosplayer.
Nada faltó a la gran cita del mundo de los eSports, ni siquiera la actuación musical del "show" previo a la competición, que protagonizó el nuevo grupo musical virtual True Damage, integrado por artistas como Becky G, Keke Palmer, Soyeon, Thutmose y Duckwrth.
Al final, el apabullante triunfo de FunPlus Phoenix dejó a la caldera parisina helada, pero consciente de que la superioridad china había sido incontestable.
""Ellos han sido mejores hoy, no hay nada que decir. Ahora estamos tristes, pero también muy orgullosos, deberíamos estarlo todos", declaró tras la final un resignado "Ocelote" Rodríguez, que antes de que diese inicio la partida se había mostrado "listo para hacer historia".