El fin del soporte para Windows Server 2008 pone en riesgo aplicaciones empresariales críticas y servicios internos
En enero del próximo año llegará el fin del soporte para Windows 7, pero también para el sistema operativo de servidores empresariales Windows Server 2008, lo que supone que dejará de haber actualizaciones de seguridad, dejando la puerta abierta a graves riesgos de seguridad.
Windows Server 2008 y Server 2008 R2 se acercan al final de su periodo de soporte oficial, cuyo soporte técnico dejará de funcionar el 14 de enero de 2020, como recuerdan desde la compañía de ciberseguridad Trend Micro, en un comunicado.
Muchas empresas siguen confiando en Windows Server 2008 para las funciones básicas de su negocio, como Directory Server, File Server, DNS Server y Email Server. Las organizaciones dependen de estas cargas de trabajo para aplicaciones empresariales críticas y para soportar sus servicios internos como Active Directory, File Sharing y alojamiento de sitios web internos.
La historia, como recuerdan desde Trend Micro, no es nueva. El 14 de julio de 2015, el sistema operativo de servidor ampliamente desplegado, Windows Server 2003, de Microsoft, llegó al final de su vida útil después de casi 12 años de soporte. Para millones de servidores empresariales, esto significó el fin de las actualizaciones de seguridad.
Nueve meses después de la fecha de finalización de soporte oficial, el 42 por ciento de las organizaciones indicó que seguiría utilizando Windows Server 2003 durante seis meses o más, mientras que el 58 por ciento restante aún estaba en proceso de migración desde Windows Server 2003 (Osterman Research, abril de 2016).
Es probable que ocurra lo mismo con Server 2008, lo que significa que muchas aplicaciones críticas continuarán residiendo en Windows Server 2008 durante los próximos años, a pesar del gran aumento del riesgo de seguridad.
Por ello, como explican desde la compañía de ciberseguridad, el fin del soporte para un sistema operativo como Windows Server 2008 presenta grandes desafíos para las organizaciones que ejecutan sus cargas de trabajo en la plataforma, sobre todo si no son capaces de migrar rápidamente debido a limitaciones de tiempo, presupuestarias o técnicas.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
El fin del soporte significa que las organizaciones deben prepararse para hacer frente a las actualizaciones de seguridad que faltan, los problemas de cumplimiento, la defensa contra el 'malware' y otros errores no relacionados con la seguridad. Porque las empresas ya no recibirán parches por problemas de seguridad ni notificaciones de nuevas vulnerabilidades que afecten a sus sistemas.
Este fue el caso de muchas organizaciones tras el ataque global de 'ransomware' de WannaCry en 2017, que afectó a más de 230.000 sistemas en todo el mundo, aprovechando específicamente el 'exploit' EternalBlue presente en los sistemas operativos Windows más antiguos.
Aunque Microsoft proporcionó un parche para este problema, muchos no pudieron aplicar los parches a tiempo debido a la dificultad que implicaba la aplicación de parches en sistemas más antiguos.
La solución más obvia es migrar a una plataforma más nueva, ya sea 'on-premise' o utilizando una oferta de infraestructura 'cloud', como servicio como AWS, Azure o Google Cloud. Pero los los expertos de Trend Micro subrayan que se sabe que muchas organizaciones retrasarán la migración o dejarán una parte de sus cargas de trabajo ejecutándose en un entorno Windows Server 2008 en un futuro previsible.
Los 'hackers' ven en los servidores fuera de soporte un blanco fácil para los ataques. Los equipos de seguridad deben evaluar el riesgo que implica dejar los datos de la empresa en esos servidores, y si los datos están o no protegidos por sí mismos. Si no es así, es importante asegurarse de que se dispone de la protección adecuada para detectar y detener los ataques y cumplir con el cumplimiento en su entorno Windows Server 2008.