MÓVILES

Robots humanoides de servicio estarán en la vida cotidiana la próxima década

Los robots humanoides de servicio participarán en la vida cotidiana en la próxima década, ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas, según el consejero delegado y propietario de la empresa tecnológica Pal Robotics, Francesco Ferro.

Esta semana Ferro dio una charla en el encuentro internacional de emprendedores 4YFN (4Years From Now), que se celebra en el marco el Congreso Mundial del Móviles, en el que ha hablado del futuro de los robots. Con sede en Barcelona, Pal Robotics se ha convertido en una empresa de referencia internacional en robótica humanoide de servicio, que es la que tiene por objetivo ayudar a las personas y mejorar su calidad de vida. Ferro dice que el hecho de utilizar robots para ayudar a personas mayores que todavía son autosuficientes, pero que empiezan a perder facultades, puede alargar en dos o tres años el tiempo que pueden seguir viviendo en su casa de manera autónoma. Así, les pueden ayudar a quitar obstáculos que dificulten su movilidad, a detectar si el suelo está mojado o a pedir ayuda en caso de accidente. Además, pueden hacer algún tipo de juego de memoria con la persona a la que acompañan, controlar la diabetes, recordar y controlar las medicinas que tiene que tomar, monitorizar la temperatura y mandar algunos de estos datos al médico o a sus familiares, de la misma manera que estos pueden ver lo que hace el anciano a través del robot utilizando un móvil. La compañía echó a andar en 2004 cuando una empresa de Emiratos Árabes contactó con dos jóvenes italianos y otros dos españoles para crear un robot bípedo que caminase y jugase al ajedrez. Catorce meses después nació Reem, "el primer robot bípedo autónomo europeo" y, en la actualidad, uno de los expuestos en el Museo de Ciencias de Londres, formando parte de la historia europea de la robótica. El catálogo de Pal Robotics cuenta ahora con robots como Tiago, un androide "semihumanoide" capaz de percibir el entorno, manipular objetos, navegar por el espacio e interactuar con personas. Este robot se utiliza en universidades y centros para desarrollar aplicaciones en todo tipo de campos, como la industria del futuro, la asistencia doméstica, la inteligencia artificial o la robótica colaborativa, entre otras. Ferro cree que un robot como éste, "un robot humanoide que podría ser una mezcla entre ET y Wall.e", es una realidad bastante cercana y que en la "próxima década" puede ser habitual que la gente tenga este robot en casa para ayudar en diversas tareas. El nuevo Reem es un robot humanoide y uno de los más conocidos de la compañía, que puede utilizarse como un punto de información dinámico, ya que tiene un pantalla táctil en el pecho donde ofrece contenidos y servicios, y de guía en aeropuertos, hospitales o museos. Dubái incorporó uno de estos robots en su cuerpo policial en 2017 con la misión de ofrecer información de servicio o permitir pagar multas, y ahora ejemplares similares están localizados en algunas poblaciones turísticas o centros comerciales. Otro de los robots de la compañía es Reem C, humanoide y bípedo capaz de andar, sentarse y subir escaleras, que tiene capacidad para manipular con las manos, además de interactuar y hablar en varios idiomas. El último modelo creado por Pal Robotics es el conocido como Talos, que mide 1,75, es muy avanzado tecnológicamente y uno de los más potentes del mundo. Está diseñado para interactuar con su entorno, ya que tiene sensores de fuerza en todas sus articulaciones, lo que le permite levantar hasta 6 kilos con un solo brazo. Este robot puede realizar tareas industriales complejas, como las que requieren un alto nivel de precisión o que se realizan en entorno incómodo o dañino para los trabajadores. Los robots de la empresa, que incluye también ejemplares no humanoides, tienen precios que oscilan entre los 20.000 y los 900.000 euros (de 22.702 a 1 millón de dólares) que cuesta el Talos. Para Francesco Ferro, estos robots de servicio ayudan a acabar con la idea de los "robots terminator" que un día sustituirán a los humanos y que, incluso, pueden ser dañinos. Según Ferro, esta ciencia ficción de Hollywood transmitió a la cultura occidentales la idea "errónea" de que los robots pueden ser peligrosos, a diferencia de lo que ha ocurrido en países como Japón, donde siempre han tenido claro la utilidad y ayuda que pueden prestar.

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