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Venezuela anuncia un concurso internacional de ensayos sobre el "fascismo y neofascismo"

Presidente Nicolás MaduroAFP

El Gobierno de Venezuela anunció este viernes un concurso internacional de ensayos sobre el "fascismo, neofascismo y otras expresiones similares", en la que podrá participar cualquier escritor "sin distinción de nacionalidad", pero con trabajos en español.

El concurso, organizado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) de Venezuela junto con la Casa de las Américas de Cuba y la Red de Intelectuales, Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH), pretende "incentivar una reflexión rigurosa sobre el fascismo a través de trabajos inéditos", según una nota de prensa del Ministerio de Cultura venezolano.

La cartera de Estado invita a escritores de "todo el mundo a participar" en el concurso, para el que deben enviar sus ensayos antes del próximo 30 de noviembre.

Los trabajos, explicó, deben "abordar, de manera específica, el fascismo, el neofascismo y sus expresiones contemporáneas, ofreciendo análisis, investigaciones o reflexiones originales".

El país suramericano anuncia este concurso una semana después de celebrar un congreso "mundial" contra el fascismo, neofascismo y "expresiones similares" organizado por el Gobierno de Nicolás Maduro, quien anunció, en la clausura, la creación de una "internacional antifascista, anticolonialista, antiimperialista", con sede en Caracas.

El mandatario también convocó a creadores, escritores e intelectuales "del mundo" a que presenten sus obras sobre los fenómenos del neofascismo, el fascismo y la "batalla de las redes sociales", para que participen en el Premio Libertador al Pensamiento Crítico, que otorga la nación caribeña a la creación de literatura crítica.

Ese congreso se celebró en medio la crisis política desatada tras las presidenciales del 28 de julio, en las que Maduro fue reelegido para un tercer mandato consecutivo, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), un resultado cuestionado por buena parte de la comunidad internacional y rechazado por la oposición mayoritaria, a la que el oficialismo señala como "fascista"