Canadá anuncia una ayuda 68,7 millones de euros para reforzar la Policía Nacional de Haití

La inseguridad está teniendo un impacto perjudicial en los derechos económicos y sociales de los haitianos, ya que el acceso a servicios básicos como la educación, alimentación, agua, saneamiento y servicios de salud se han visto limitados.

Un padre carga a su hijo luego de pasar por él a la escuela en medio de un operativo policial contra pandillas en la capital haitiana.

Un padre carga a su hijo luego de pasar por él a la escuela en medio de un operativo policial contra pandillas en la capital haitiana.AP

El Gobierno de Canadá ha anunciado este jueves una ayuda de 100 millones de dólares (68,7 millones de euros) que se destinarán al refuerzo de la Policía Nacional de Haití, país que se encuentra en una crisis de seguridad, política y humanitaria.

La ministra de Exteriores canadiense, Melanie Joly, ha anunciado el paquete de ayuda, sosteniendo que "Canadá siempre estará al lado del pueblo de Haití", según ha indicado a través de su perfil de la red social Twitter, donde ha agradecido a los miembros de la comunidad haitiano-canadiense por reunirse para hablar de esta labor.

Horas antes, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió una fuerza internacional para ayudar a combatir las bandas armadas de Haití y restaurar la seguridad en el país, lamentando que los ciudadanos de la nación caribeña están "atrapados en una pesadilla viviente".

Guterres ha indicado, desde la sede de Naciones Unidas tras una visita a Haití, que la situación en el país "requiere acción en varios frentes", instando a la comunidad internacional a tomar medidas: "Hago un llamamiento al mundo para que extienda un salvavidas de apoyo y llene ese vacío financiero sin demora", ha declarado.

"No puede haber seguridad sostenible sin una solución política que permita el restablecimiento de las instituciones democráticas. Y no puede haber soluciones políticas duraderas e inclusivas sin una mejora drástica de la situación de seguridad", ha manifestado.

En este sentido, ha matizado que la propuesta no se trata de una misión militar o política de la ONU, sino "un llamamiento para que los Estados miembros desplieguen una fuerza de seguridad sólida que trabaje mano a mano con la Policía Nacional de Haití para derrotar y desmantelar a las pandillas". También ha señalado que dicha fuerza policial necesitará financiamiento, capacitación y equipo.

La representante especial en el país, María Isabel Salvador, ha instado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a continuar apoyando el trabajo de la oficina de la ONU en Haití. La representante ha indicado que existe un respaldo generalizado para el despliegue de una fuerza internacional, al tiempo que ha apuntado a que la mejora de la seguridad y el diálogo político brindarían la posibilidad de celebrar elecciones.

Salvador ha agregado que la aparición de grupos voluntarios para hacer frente a las pandillas "agrega otra capa de complejidad" a la situación, ya que desde abril la oficina de la ONU en el país ha documentado la muerte de al menos 264 presuntos pandilleros a manos de dichas asociaciones.

La inseguridad está teniendo un impacto perjudicial en los derechos económicos y sociales de los haitianos, ya que el acceso a servicios básicos como la educación, alimentación, agua, saneamiento y servicios de salud se han visto limitados. El aumento de la violencia ha desplazado a cerca de 128.000 personas de sus hogares, aumentando los niveles de migración en la región.

La escalada de violencia en que vive sumido Haití, con zonas prácticamente controladas por bandas armadas e incidentes diarios de ataques y secuestros, se ha cobrado la vida desde principios de año de más de 1.400 personas, según una estimación de Naciones Unidas, que ha reclamado "apoyo urgente" para el país más pobre de las Américas.

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