Papa Francisco critica el aborto y el suicidio asistido en misa de Año Nuevo
En los últimos años, el jesuita argentino ha hablado con más énfasis sobre el aborto de lo que lo hizo al inicio de su pontificado.
El papa Francisco comenzó el Año Nuevo con una nueva llamada a que los fieles rechacen el aborto y pidió un “compromiso firme” para proteger y respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Francisco, de 88 años, celebró el miércoles una misa de Año Nuevo en la basílica de San Pedro dedicada a María, la madre de Jesús.
En su homilía, oró para que todos aprendan a cuidar de “todo niño nacido de mujer” y proteger “el precioso don de la vida: la vida en el vientre, las vidas de los niños, las vidas de los que sufren, los pobres, los ancianos, los solitarios y los moribundos”.
“Pido un compromiso firme para respetar la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, para que cada persona pueda valorar su propia vida y todos puedan mirar con esperanza hacia el futuro”, dijo, utilizando la fórmula que emplea la Iglesia en su oposición al aborto y al suicidio asistido.
En los últimos años, el jesuita argentino ha hablado con más énfasis sobre el aborto de lo que lo hizo al inicio de su pontificado.
Después de dos papas centrados en la doctrina, Francisco se quejó en los primeros meses de su papado en 2013 de que la Iglesia se había obsesionado con “reglas mezquinas” sobre temas polémicos como el aborto.
Francisco ahora se refiere regularmente a la obtención de un aborto como “contratar a un sicario para resolver un problema”.
Hace poco provocó indignación en Bélgica cuando criticó su ley de aborto calificándola de “homicida” y anunció que quería beatificar al difunto rey de Bélgica, quien abdicó por un día en lugar de aprobar la legislación que legalizaba la intervención.
El Vaticano anunció recientemente que el proceso de beatificación está en marcha para el rey Balduino, quien falleció en 1993.
La misa matutina era el último gran evento del ajetreado calendario navideño de Francisco. Para el papa, que sufre de problemas respiratorios recurrentes, la temporada de este año planteaba un desafío adicional con el inicio del gran Año Santo del Vaticano, una celebración de la fe que ocurre una vez cada cuarto de siglo y que se espera atraiga a 32 millones de peregrinos a Roma durante 2025.