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Movimiento proeutanasia urge a Macron una ley y le pide ignorar la "presión religiosa"
Francia, que dispone de una legislación de 2016 que permite a pacientes "en agonía" dejar de medicarse y disfrutar de cuidados paliativos, carece de una norma sobre la eutanasia.
Los movimientos proeutanasia en Francia exigieron al presidente del país, Emmanuel Macron, que cumpla con su palabra y apruebe una ley sobre morir dignamente cuanto antes y le conminaron a que se desmarque de la "presión religiosa" que ejercen sobre él responsables católicos y judíos.
Francia, que dispone de una legislación de 2016 que permite a pacientes "en agonía" dejar de medicarse y disfrutar de cuidados paliativos, carece de una norma sobre la eutanasia, como existe en Bélgica desde hace 20 años y que abre la vía a una asistencia médica activa para ayudar a morir bajo ciertas condiciones.
Macron prometió en abril pasado, nada más acabar los trabajos de la Convención Ciudadana que él mismo promovió, un proyecto de ley sobre el asunto a finales del verano de 2023.
Sin embargo, ante la ausencia de avances de un tema que respalda la mayoría de franceses, movimientos proeutanasia y voces como la de la célebre cantante francesa Françoise Hardy, de 79 años y enferma de un cáncer linfático desde 2004, han urgido esta semana a Macron a que cumpla con su palabra sin más dilación.
"Desafortunadamente es importante lo que ha escrito Hardy (su enfermedad no le permite casi hablar), hay otras personas que tampoco pueden esperar más, menos aún 18 meses, como ha dicho la ministra", explicó a EFE Jean-Luc Romero-Michel, presidente de honor de la Asociación Francesa en favor al Derecho a Morir Dignamente.
Romero-Michel, que es también concejal de derechos humanos y lucha contra la discriminación en el Ayuntamiento de París de la socialista Anne Hidalgo, se refería a las declaraciones de la secretaria de Estado de la organización territorial y de las profesiones de la Sanidad, Agnès Firmin Le Bodo.
En una reciente entrevista, Firmin Le Bodo adelantó que la norma no podrá ser efectiva el próximo año, escudándose en que el proyecto de ley solo aterrizará en el Parlamento en febrero de 2024.
"Para un tema como ese será necesario que el texto haga idas y venidas de la Asamblea al Senado, serán necesarios hasta 18 meses de debates", pronosticó la secretaria de Estado, previendo trabas de la derecha clásica de Los Republicanos, mayoritarios en la Cámara alta.
De este modo, como muy pronto, la ley entraría solo en vigor en 2025.
El "lobby religioso" en un país laico
Romero-Michel atribuyó el actual impasse a la influencia del "lobby religioso" en Francia, un país que se declara laico, recordó.
Para el concejal parisino, las religiones más intransigentes sobre la cuestión son las principales monoteístas (cristianismo, judaísmo, islam) y estas, junto a ciertos médicos opuestos a la eutanasia, están teniendo un gran poder de persuasión ante Macron.
"La Iglesia católica, que es muy poderosa, no está sola. El gran rabino de Francia tuvo unas palabras alucinantes, comparándolo con el Holocausto. No se trata de escoger entre la vida y la muerte, esa influencia religiosa es muy fuerte en el presidente", aseveró el político, también referencia en Francia por su lucha en favor del colectivo LGTBI y del combate al sida.
De acuerdo con los sondeos, un 70 % de los franceses están a favor de una ley que legalice la eutanasia, un término que el propio Macron, hijo de médicos, evita pronunciar públicamente.
"Vamos a esperar a inicios de año, si no hay avances, empezaremos a presionar a los diputados para que presenten una proposición de ley", avisó Romero-Michel.
Este activista, de padres españoles, da por garantizada la mayoría en la cámara baja, con toda la izquierda a favor, al menos dos tercios del partido de Macron y sus aliados centristas y de "ciertos votos sorpresas" de los Republicanos y de la extrema derecha de la Agrupación Nacional.