Cuba critica el envío de un contingente militar extranjero a Haití
Al respecto, La Habana subrayó que para solucionar esa situación es necesario "más y mejor asistencia y cooperación internacional".
Cuba criticó este viernes la decisión de enviar un contingente extranjero a Haití, aprobada a inicios de semana en el Consejo de Seguridad de la ONU, aun cuando fue una solicitud del propio Gobierno haitiano.
"La principal tarea pendiente de la comunidad internacional con Haití no es enviar un contingente militar", señaló el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El objetivo del despliegue de la fuerza internacional es apoyar a la Policía Nacional a luchar contra las bandas armadas que operan en Haití.
Al respecto, La Habana subrayó que para solucionar esa situación es necesario "más y mejor asistencia y cooperación internacional".
"Cuba reitera el llamado a abordar la situación en Haití con la debida atención a los problemas estructurales, económicos y sociales del país", indicó la Cancillería.
Reclamó además "mecanismos efectivos de ayuda que garanticen el uso eficiente de todos los recursos que aporte la comunidad internacional en beneficio del pueblo haitiano".
Según La Habana, mucha de la ayuda financiera internacional ha sido "insuficiente, no se desembolsó o se absorbieron para gastos propios por innumerables organizaciones no gubernamentales extranjeras y agencias de ejecución de programas".
El Gobierno cubano reiteró su posición a favor de la paz y la estabilidad en el vecino país caribeño, mientras que defendió "los legítimos derechos de su pueblo a encontrar una salida pacífica y sostenible a los enormes desafíos que enfrenta, sobre la base del pleno respeto a su soberanía".
El comunicado de la Cancillería mencionó también la cooperación cubana con Haití, que comenzó en 1998, con una brigada de médicos que se mantiene actualmente. "Cuba mantiene su compromiso solidario con Haití y le continuará brindando su ayuda incondicional", apuntó.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes el despliegue por un año (prorrogable) de una fuerza multinacional de asistencia a la Policía de Haití, un decisión que llega 12 meses después de la solicitud del propio Gobierno haitiano.