El humo de los incendios en Canadá altera la vida en ciudades de EEUU
Los residentes de Washington despertaron con un olor agrio y cielos teñidos de naranja y la Agencia de Protección del Medio Ambiente clasificó partes de la región del Atlántico medio en "Código Rojo Oscuro".
El humo de los incendios forestales canadienses siguió nublando ciudades estadounidenses el jueves, lo que obligó a retrasar vuelos y a cancelar actividades al aire libre.
Los residentes de Washington despertaron con un olor agrio y cielos teñidos de naranja y la Agencia de Protección del Medio Ambiente clasificó partes de la región del Atlántico medio en "Código Rojo Oscuro", la categoría más alta del índice de calidad del aire y que advierte de condiciones peligrosas.
Esto ha convertido a algunas zonas de Estados Unidos en las más contaminadas del mundo, peor que ciudades del sur de Asia y China que normalmente dominan las clasificaciones mundiales. No se espera que la situación mejore hasta el fin de semana.
"Esta mañana, millones de estadounidenses sufren los efectos del humo de los devastadores incendios forestales que arden en Canadá, otro crudo recordatorio de los impactos del cambio climático", dijo el presidente Joe Biden en un comunicado.
Añadió que enviará mas recursos a Canadá, incluidos bomberos adicionales, medios de extinción de incendios y aviones cisterna. Ello se sumará a 600 efectivos enviados el mes pasado.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), más de 111 millones de personas se encontraban a resguardo por las alertas de la calidad del aire en una amplia parte del noreste de Estados Unidos.
Cancelaciones
"La calidad del aire de hoy es extremadamente insalubre", tuiteó el Departamento de Energía y Medio Ambiente de la ciudad de Washington
"El público en general puede experimentar efectos sobre la salud y los grupos sensibles pueden tener problemas más graves".
En el transporte público, pasajeros usaban máscaras N-95 y el Zoológico Nacional cerró para cuidar "a los animales, nuestro personal y nuevos visitantes".
En Washington un evento por el mes del Orgullo Gay fue cancelado, al igual que un partido de béisbol profesional. Las escuelas públicas suspendieron todas las actividades al aire libre, lo que incluye ejercicios físicos y competencias.
La Administración Federal de Aviación dijo que la baja visibilidad obligó a "gestionar el flujo de tráfico con seguridad en la ciudad de Nueva York, DC, Filadelfia y Charlotte."
Los vuelos al aeropuerto La Guardia de Nueva York y al aeropuerto internacional de Filadelfia se reanudaron tras una pausa.
Grupos ecologistas advirtieron sobre el cambio climático, que está creando condiciones más cálidas y secas que aumentan el riesgo y la extensión de los incendios forestales.
"Es la crisis climática, aquí y ahora, la que provoca una peligrosa contaminación atmosférica y amenaza la salud de millones de personas", declaró May Boeve, directora ejecutiva de 350.org.
Su comentario coincidió con los del jefe de la ONU, Antonio Guterres, quien tuiteó el miércoles: "Con el aumento de las temperaturas en todo el mundo, es urgente reducir el riesgo de incendios forestales".
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca Andrew Bates fustigó a la oposición republicana por "suscribir a teorías complotistas desmentidas, que niegan la existencia y la naturaleza del cambio climático".
Recuerdos del 11-S
El cielo estaba el jueves notoriamente más claro en Nueva York en comparación al día anterior pero el índice de polución seguía alto.
Agentes ofrecían mascarillas a las personas en las estaciones de tren, paradas de autobuses y parques.
Linda Jiuliano, una secretaria de 65 años, aceptó una. "Nunca vi algo como esto", dijo a la AFP y describió como "aterrador" el smog sepia que envolvió a Nueva York el miércoles.
"Me recordó mucho al 11-S ver el cielo lleno de humo", dijo Jiuliano, que mantuvo las ventanas cerradas y el aire acondicionado encendido en su casa de Huntington, Long Island.
Entretanto, en Canadá se espera que la contaminación provocada por los incendios alcance su punto álgido el jueves en Toronto, según la agencia federal de ambiente, Environment Canada.
Quebec vive una temporada histórica con casi 800.000 hectáreas afectadas, según la Sociedad de Protección de los Bosques contra los Incendios (SOPFEU).
Este año se produjeron el doble de incendios que la media de los últimos diez años.
El jueves, esa provincia canadiense aún tenía más de 150 focos activos, de los cuales cerca de 90 estaban fuera de control.
Nuevos refuerzos de Estados Unidos, Francia y Portugal son esperados en las próximas horas y días. Más de 12.000 personas han sido evacuadas en pocos días.
La situación sigue siendo preocupante en muchas regiones, dijo Stephane Caron, de SOPFEU.
"Apenas estamos al principio de la temporada de incendios. Estamos entrando en el periodo en que suelen empezar a producirse incendios de mayor envergadura en Quebec", afirmó.