América

Calor extremo se suma a penurias de migrantes en su camino a EEUU

La causa del fallecimiento: un golpe de calor, como se conoce al colapso ocasionado por la exposición prolongada a temperaturas extremas. La víctima: un migrante mexicano de 45 años originario del estado de Durango (centro-norte).

Guardias nacionales y agentes migratorios de México inspeccionan una zona desértica cercana a Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, tras encontrar el cadáver de un hombre luego de que familiares reportaran su desaparición.

La causa del fallecimiento: un golpe de calor, como se conoce al colapso ocasionado por la exposición prolongada a temperaturas extremas. La víctima: un migrante mexicano de 45 años originario del estado de Durango (centro-norte).

Víctimas de homicidios, accidentes o robos, los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos lidian además con la ola de calor que golpea actualmente a México y que deja decenas de muertos, incluidos varios de ellos.

El hallazgo se produjo el pasado miércoles, una semana después de que las autoridades encontraran el cuerpo de una mujer que murió por deshidratación, también en una zona desértica próxima a Ciudad Juárez (estado de Chihuahua, norte), donde el termómetro marca por estos días más de 40º C.

"Hace demasiado calor, vine un poco deshidratado, ya que pues no baja (la temperatura) y hace 43, 44 o 45 grados", dice Dioner José Romero, migrante venezolano de 25 años.

"El sol está demasiado fuerte, no es que no me acostumbro pero es algo diferente para mí. Me siento un poquito como sofocado", comenta su compatriota Nelson Ramos en un albergue de la iglesia Católica en Juárez.

Las muertes que registra México desde marzo asociadas a las altas temperaturas aumentaron a 155, tras notificarse 30 nuevos casos entre el 13 y el 18 de junio, informó el jueves el gobierno.

"No lo hagan"

El cuerpo del migrante mexicano fue encontrado entre matorrales, arena y bajo un sol inclemente que obligó a los agentes a cubrirse la cabeza con sus propias prendas mientras los forenses realizaban su trabajo.

Alrededor se observaba basura y varias botellas vacías de agua y electrolitos que los migrantes han dejado a su paso para soportar las largas caminatas hasta el río Bravo o el muro fronterizo, algunos de cuyos tramos tienen hasta nueve metros de altura.

La patrulla fronteriza de Estados Unidos señala que desde octubre pasado ha registrado 77 muertes de personas en el sector de El Paso, área fronteriza con Ciudad Juárez que se extiende a otras zonas de Texas y Nuevo México. Entre las principales causas de esos fallecimientos están el golpe de calor, ahogamientos y caídas desde el muro.

"El llamado es a evitar hacer esto (viajar a la frontera) por las altas temperaturas", dice a la AFP Mauricio Rodríguez, director de Protección Civil en Ciudad Juárez.

"Entiendo que las personas se ven obligadas pero les recomendamos que no lo hagan (...), el impacto del calor puede llevarlos a una fatalidad", añadió el funcionario tras el hallazgo del mexicano.

Ese hombre fue inicialmente abandonado por el traficante que lo llevaba a Estados Unidos, quien después volvió para enterrarlo en el desierto. Pero ante preguntas de la familia del migrante, decidió revelar la ubicación del cuerpo.

En su búsqueda, las autoridades mexicanas encontraron a otros seis indocumentados, uno de ellos con síntomas de deshidratación.

Cerca de 1,3 millones de migrantes irregulares pasaron por territorio mexicano solo entre enero y mayo de este año, según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM).

En su camino a Estados Unidos, varios de ellos son víctimas de asesinato, accidentes, robos, secuestros y extorsiones. El jueves, la Fiscalía del estado de Oaxaca (suroeste) reportó el hallazgo de los cadáveres de tres hombres en una playa del municipio de Juchitán, al parecer víctimas de un naufragio.

Durante su travesía, que a menudo incluye la peligrosa selva colombo-panameña del Darién, los migrantes sufren otras afecciones de salud como malestares respiratorios, estomacales, cutáneos o musculoesqueléticos, ya que muchos recorren decenas de kilómetros a pie y en condiciones insalubres, según la oenegé Médicos sin Fronteras.