Lula es operado con éxito de la cadera

Lula "respondió muy bien a la anestesia", sin pasar por cuidados intensivos, había explicado poco antes Kalil.

Lula Da Silva en uno de los eventos previos a la reunión de presidentes sudamericanos en Brasilia

Lula Da Silva en uno de los eventos previos a la reunión de presidentes sudamericanos en BrasiliaAFP

La operación de cadera a la que se sometió este viernes Luiz Inácio Lula da Silva transcurrió "sin complicaciones" y está previsto que el presidente brasileño salga del hospital a más tardar el martes.

"El procedimiento transcurrió sin complicaciones, el presidente está despierto, yendo a recuperación posanestesia", informó en rueda de prensa Roberto Kalil Filho, médico personal de Lula, tras la intervención en el hospital Sirio Libanés de Brasilia.

El mandatario, que en octubre cumple 78 años, fue sometido a una "astroplastia total" en la cadera derecha entre las 12H00 y 13H13 locales (15H00 y 16H13 GMT). Luego fue sometido a una pequeña cirugía para retirar un exceso de piel en los párpados, según los médicos, para aprovechar la anestesia general.

"El paciente (Lula da Silva) se encuentra internado en un cuarto, y clínicamente estable", informó un boletín médico del Hospital Sirio Libanés.

Lula "respondió muy bien a la anestesia", sin pasar por cuidados intensivos, había explicado poco antes Kalil.

Se prevé que permanezca ingresado hasta el lunes o a más tardar el martes.

El líder izquierdista se operó con el objetivo de colocar una prótesis para aliviar los dolores de una artrosis, que lo aquejan desde hace por lo menos un año.

"Saldrá del hospital andando. No habrá limitaciones para trabajar en la (residencia oficial) de la Alvorada. Su cabeza funciona perfectamente", dijo la doctora Ana Helena Germoglio, coordinadora del equipo médico de la Presidencia.

Sus actividades oficiales serán alternadas con sesiones de fisioterapia, añadió.

Permiso para viajar a la COP28

Lula había recortado su agenda los últimos días y se había mostrado en Brasilia usando una mascarilla.

Si todo sale como previsto, se espera que Lula retome sus desplazamientos internacionales a finales de noviembre, con motivo de la Conferencia de la ONU sobre el Clima COP28, en Emiratos Árabes Unidos.

"Con más de seis semanas (transcurridas desde la cirugía), con certeza el presidente estará autorizado para viajar y participar de la COP", aseguró Kalil.

Lula sufre en la parte derecha de la cadera de una artrosis, un desgaste en los cartílagos que revisten las articulaciones y que puede limitar los movimientos.

Los médicos confían en que, luego de la cicatrización, la cirugía resulte "eficiente" contra el dolor articular.

El lunes Lula reveló que los dolores comenzaron en agosto del año pasado, durante la campaña contra su predecesor de ultraderecha Jair Bolsonaro, a quien venció en los comicios de octubre.

Desde entonces se intensificaron, dijo, causándole dificultades para dormir, sentarse o estar de pie, y lo dejan de "mal humor".

- Sin muletas a la vista -

Pero el mandatario decidió postergar la cirugía por temor, según confesó, a transmitir una imagen de debilidad. En cambio asumió el mando de una diplomacia hiperactiva y dio la vuelta al mundo para reuniones con líderes extranjeros y citas multilaterales.

Internamente, mantuvo el mismo empuje: viajó a varios estados de este país de tamaño continental, dio discursos y participó semanalmente en su programa "Conversación con el presidente", transmitido en redes sociales.

Las próximas semanas, deberá caminar con ayuda de un andador para garantizar el equilibrio. Aunque Lula dijo que por consejo de su fotógrafo oficial no se mostrará usándolo en público.

"No me verán de andador ni de muletas, me verán siempre guapo, como si no me hubiera operado", afirmó, entre risas, el martes.

No es el primer percance de salud de Lula. Exfumador, fue diagnosticado en 2011 con cáncer de laringe y logró una total remisión el año siguiente, tras someterse a radioterapia y quimioterapia.

En marzo pasado, debió postergar un viaje a China por una neumonía.

Su predecesor, Bolsonaro, hoy de 68 años, fue hospitalizado varias veces durante su mandato, especialmente para tratar las secuelas de una puñalada durante la campaña electoral de 2018.

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