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América

Javier Milei, enemigo declarado de ‘la casta’, ¿próximo presidente argentino?

El economista libertario Javier Milei, en una plaza de Buenos Aires.Radio Francia Internacional

Recién llegado a la política argentina, este economista de 42 años se presenta a las próximas elecciones presidenciales con un programa ultraliberal, que incluye la dolarización de la economía. Frente a los partidos tradicionales, trepa en las encuestas.

Hace tres años, invitado a los programas de televisión por sus exabruptos, era casi considerado un bufón. Hoy, todos los sondeos lo sitúan en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre de 2023 y algunos incluso le dan posibilidades de ganar.

 Con un pelo castaño que tiende al rojo, siempre un poco despeinado, pero ahora más arreglado, y unos penetrantes ojos azules, Javier Milei, líder del partido La Libertad avanza, que creó en 2021, es algo más que una estrella emergente de la política argentina.

Este outsider de 42 años, elegido diputado por Buenos Aires en noviembre de 2021, está en proceso de dinamitar un sistema que hasta ahora ha funcionado sobre la antinomia peronismo/antiperonismo y el enfrentamiento de dos grandes coaliciones, en este caso, según sus últimas denominaciones, Frente de Todos, que agrupa a las distintas corrientes peronistas) y Juntos por el Cambio, alianza dominada por una formación de centro-derecha, Pro, pero que debe sus raíces territoriales al viejo partido radical, de centro, cuando no de centro-izquierda.

La primera coalición está en el poder desde 2019, con Alberto Fernández como presidente y la expresidenta Cristina Kirchner como vicepresidenta. 

Fernández sucedió a Mauricio Macri, fundador de Pro, que ganó la presidencia al frente de la segunda coalición, entonces llamada Cambiemos. Pero para Milei, todo da igual: todos estos políticos, sean del bando que sean, son miembros de una "casta" alejada del pueblo que él denuncia, cosechando sonoros aplausos en una sociedad marcada por la decepción o el rechazo a su clase dirigente.

Un economista "anarcoliberal"

¿Populismo? Javier Milei abreva en un sentimiento antipolítico que no es exclusivo de Argentina, pero que es particularmente fuerte en este país, en crisis permanente por los fracasos de los gobiernos que han estado en el poder durante décadas. Pero su discurso no se limita a denunciar a la "casta".

Este economista, que se define como "anarcoliberal", se presenta como libertario, seguidor de la escuela austriaca de Friedrich Hayek (Premio Nobel de Economía 1974), insiste también contra la omnipresencia del Estado y su intromisión en la vida de los ciudadanos, encontrando también eco en un país donde la presión fiscal (impuestos + cargas sociales) es una de las más elevadas del mundo, equivalente a las de Francia o Suecia, pero con un rendimiento en términos de calidad de los servicios públicos muy inferior.

 Es una realidad que no se puede negar, y la promesa de Milei de reducir el gasto público, incluso suprimiendo una serie de ayudas sociales, suscita cada vez más reacciones, incluso entre los más desfavorecidos, que son en principio los primeros beneficiarios de las ayudas en cuestión.

Y cuando Milei insiste en que este gasto público desenfrenado se financia mediante la impresión de dinero, es decir, una emisión monetaria incontrolada, ordenada por el Gobierno y ejecutada por el Banco Central, teóricamente independiente, que conduce a una depreciación casi diaria del peso, la moneda nacional, y por tanto a una inflación que se acelera, hasta el punto de alcanzar más del 100% anual, se lo escucha.

 Muchos argentinos están dispuestos a adherirse a las soluciones propuestas por el candidato presidencial libertario para remediar esta situación que les afecta en su vida cotidiana.

¿La solución Milei? La supresión del Banco Central y la dolarización, es decir, la sustitución del peso por el dólar norteamericano como moneda de curso legal en Argentina. 

Es cierto que el dólar, moneda de referencia para la mayoría de las transacciones internacionales, pero también para la compra de inmuebles, se está convirtiendo en la moneda de referencia para los alquileres y otras transacciones en las que un componente importante del precio se expresa en esta moneda, dada la devaluación del peso.

A favor de la legalización de las drogas, pero en contra del aborto

La dolarización tiene algunas ventajas, como ya se ha dicho. Pero la mayoría de los políticos la rechazan en nombre de la pérdida de soberanía nacional, no sin señalar, junto con muchos economistas, el corsé que supone para los países que la han adoptado, como Panamá o Ecuador, ya que prohíbe cualquier política monetaria independiente.

 En cualquier caso, gusta a muchos argentinos, que hace tiempo que adoptaron el dólar como moneda de reserva y ahorro.

Político anticlasista y ultraliberal en economía, Javier Milei es también un personaje curioso, que a veces difumina las líneas, pero sigue dando claras muestras de sus orientaciones ideológicas. 

Está a favor de la legalización de las drogas, pero se opone al aborto, y es partidario de crear un mercado para la venta de órganos. También está a favor de la libre posesión de armas por los ciudadanos como respuesta al aumento de la delincuencia.

¿Milei populista? Probablemente. ¿De extrema derecha? Muchos piensan que sí. Pero dada su creciente popularidad medida por las encuestas, pocos en los partidos tradicionales se le oponen.

 En Juntos por el Cambio, la principal oposición actual, donde dos candidatos se enfrentarán abiertamente en las primarias de agosto, una, Patricia Bullrich, considerada más de derecha, dice tener puntos de contacto con Milei; mientras que el otro, Horacio Rodríguez Larreta, supuestamente más centrista, está dispuesto a debatir con él, pero rechaza una posible dolarización.

En cuanto al Frente de Todos, la coalición peronista gobernante, sus posibles candidatos se muestran muy cautos respecto a Milei. Cristina Kirchner, candidata no declarada, lo rechaza ideológicamente, pero nada más; Alberto Fernández, que ha renunciado a su candidatura, lo ve como un peligro para la democracia; Sergio Massa, ministro de Economía y probable candidato, no lo menciona.

Las primarias de agosto (obligatorias) darán un primer veredicto. Según los sondeos, el candidato de la oposición debería ir en cabeza en la primera vuelta de las presidenciales, pero en una segunda vuelta muy disputada, Javier Milei se impondría al representante de la actual mayoría presidencial.

 Y, de confirmarse estos pronósticos, el duelo en la segunda vuelta, sin la presencia de un peronista (una primicia desde el retorno de la democracia en 1983), vería a un centrista no peronista oponerse a Javier Milei. Queda por ver (aún no hay encuestas al respecto) cómo reaccionaría el electorado peronista en esta hipótesis. ¿Se abstendrán? ¿Un voto republicano, como Emmanuel Macron contra Le Pen? ¿O abierto? Milei es popular en barrios carenciados y entre los jóvenes.

Con una inflación superior al 100% anual, un banco central desangrado y una incertidumbre política permanente, Argentina vive al borde de una crisis que podría desembocar en un estallido social en cualquier momento de aquí a las elecciones de noviembre. Pero, como lo peor nunca es una certeza, la hipótesis de la presencia de Javier Milei en la segunda vuelta es muy probable. Y, a partir de entonces, "¡Milei Presidente!" se convertiría en algo más que un eslogan.

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