Estos son los obstáculos que impiden superar el apagón nacional en Cuba
La Habana se declaró el viernes pasado en 'emergencia energética' tras la desconexión total de su sistema eléctrico
Seis personas murieron durante el paso del huracán Oscar por Cuba, donde la mayoría de la población continúa sin electricidad, al entrar en la cuarta noche de un apagón nacional.
En medio de la emergencia energética, el presidente Díaz-Canel reportó que hay en el país "un 36% del servicio restablecido, funcionando con estabilidad en estos momentos". En La Habana, de dos millones de habitantes, casi la totalidad de la población tenía luz.
El 95% de la electricidad que se consume en la isla es producida con energías fósiles importadas, derivadas principalmente del petróleo. Cuba debe pagar precios más caros que los que pagan otros países debido a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Venezuela era el país en el que se apoyaba el gobierno castrista, pero su crisis y las sanciones ya no pueden mantener el obsoleto sistema energético cubano.
"Es muy importante mencionar el tema de Venezuela, porque ese país se había convertido prácticamente en el abastecedor de más del 80% de las necesidades diarias de petróleo para Cuba. Y, en la medida en que Estados Unidos ha bloqueado también a Venezuela, esto ha impedido que ese país siga enviando el petróleo que requiere la economía cubana", explica el profesor Ricardo Domínguez Guadarrama.
El otro gran abastecedor era Rusia, pero este se encuentra enfrascado en una guerra desde hace más de dos años y medio.
"Llevar petróleo a Cuba desde Rusia también está complicado por la guerra de ese país contra Ucrania. Cuba tiene que buscar mercados cercanos, como el mexicano, por ejemplo, para tratar de suplir de alguna manera sus necesidades, en particular el déficit que tiene respecto de lo que recibía del gobierno de Venezuela", agrega el especialista en Cuba.
El profesor de la UNAM considera que, a pesar de que Cuba ha buscado importar petróleo de estos países, no han podido satisfacer las necesidades de la isla.
"Rusia, de hecho, ha disminuido las entregas que tenía hasta hace unos meses. Entonces, realmente el mercado ruso no ha sido satisfactorio para las necesidades cubanas", concluye Guadarrama.
Otro punto importante de esta crisis energética es la tecnología. En 2006, Fidel Castro decía que habría un antes y un después de la revolución energética de Cuba. Esas promesas, en 2024, aparecen como una ilusión perdida, pues la isla aún utiliza maquinaria del siglo pasado.
"El sistema eléctrico cubano data de los años 60. Tenía toda la ingeniería que le promovió en su momento Rusia. Hoy, ese país tiene muchas dificultades para encontrar todo el equipo necesario para esa tecnología. No estamos hablando de modernizar, sino de reparar los daños que tiene el sistema eléctrico en este momento. La reciente tormenta del viernes pasado (Oscar) tiró cables y, para reponer todos esos cables, Cuba también tiene que importarlos", subraya.