lluvias
El huracán Helene y sus cerca de 110 muertos se meten en la campaña electoral en EEUU
Duramente cuestionado el candidato republicano Donald Trump, el gobierno de Joe Biden aprobó ayuda federal para varios estados tras el desastre y prometió este lunes que la asistencia durará "todo el tiempo que sea necesario".
El huracán Helene, que causó cerca de 110 muertos y un tendal de destrucción en el sureste de Estados Unidos, se convirtió este lunes en tema importante de la campaña electoral, obligando a los demócratas a rechazar las acusaciones por la gestión de la catástrofe.
Duramente cuestionado el candidato republicano Donald Trump, el gobierno de Joe Biden aprobó ayuda federal para varios estados tras el desastre y prometió este lunes que la asistencia durará "todo el tiempo que sea necesario".
"Seguiremos enviando recursos, incluyendo alimentos, agua, comunicaciones y equipos de salvamento", dijo el presidente, que planea viajar a las zonas más afectadas esta semana.
Helene tocó tierra el jueves por la tarde cerca de Tallahassee, capital de Florida, como un huracán de categoría 4 -en una escala de 5- con vientos de 225 km/h. Posteriormente se degradó a ciclón postropical, pero dejó un paisaje desolador en Florida, Georgia, Carolina del Sur y del Norte, Tennessee y Virginia.
Los socorristas seguían buscando supervivientes y llevando alimentos a los residentes afectados por las inundaciones, los cortes de energía y las carreteras bloqueadas. Casi dos millones de hogares y empresas permanecían sin electricidad el lunes, según poweroutage.us.
La vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris, que canceló eventos de campaña para informarse sobre la respuesta federal, también visitará las zonas afectadas después de la primera ola de operaciones de emergencia.
Biden indicó que tampoco realizaría una visita inmediata, argumentando que "sería perturbador". "No haremos eso si estamos considerando o retrasando cualquiera de los recursos de respuesta necesarios para hacer frente a esta crisis", agregó.
En cambio, el candidato republicano Donald Trump llegó este lunes a Valdosta, en Georgia, el lugar donde hubo mayor destrucción por las inundaciones, y prometió "llevar mucho material de ayuda, incluido combustible, equipo, agua y otras cosas" a los necesitados.
Sin aportar pruebas, afirmó que a sus partidarios del Partido Republicano se les estaba negando ayuda. "El gobierno federal no está respondiendo", dijo a los periodistas. "La vicepresidenta está en algún lugar, haciendo campaña, buscando dinero".
La Casa Blanca rechazó las críticas de Trump de que Biden y Harris no respondieron al desastre con la suficiente rapidez.
Harris estuvo de viaje de campaña en California durante el fin de semana, mientras que Biden estaba en su casa de la playa en Delaware.
Trump acusó a Biden de "dormir" en lugar de lidiar con los daños de la tormenta.
"Yo estaba al mando, estuve al teléfono al menos dos horas ayer, y anteayer también", dijo el presidente el lunes cuando le preguntaron sobre las críticas.
Ahogados en sus casas
Al menos 108 personas murieron: 39 en Carolina del Norte, 25 en Carolina del Sur, 25 en Georgia, 14 en Florida, cuatro en Tennessee y una en Virginia, según los recuentos de las autoridades locales recopilados por la AFP. Se prevé que la cifra total aumente.
Biden señaló que, con el servicio de telefonía celular interrumpido en gran parte de la región, todavía se encontraban desaparecidas hasta 600 personas.
"Si Dios quiere, están vivos, pero no hay forma de contactarlos", señaló.
La oficina del sheriff del condado de Pinellas, en Florida, publicó una lista de los muertos encontrados allí hasta ahora, casi todos fallecidos en sus propias casas. La mayoría parecía haberse ahogado, dijo, y otros estaban enterrados bajo los escombros.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, describió la tormenta como un "tornado de 400 kilómetros de ancho".
Su homólogo de Carolina del Norte, Roy Cooper, dijo este lunes que cientos de caminos habían quedado destruidos y muchas comunidades "borradas del mapa".
"Esta es una tormenta sin precedentes", afirmó a los periodistas. "Estamos trabajando para aumentar los suministros. El costo emocional y físico aquí es indescriptible".
Después de formarse en el Golfo de México, Helene se desplazó sobre aguas particularmente cálidas. "Es probable que estas aguas muy cálidas hayan jugado un rol en la rápida intensificación de Helene", dijo a la AFP la climatóloga Andra Garner.
Los científicos sostienen que el cambio climático probablemente desempeña un papel en la rápida intensificación de los huracanes, porque hay más energía en los océanos más cálidos para que estos se alimenten.