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Reclusas mexicanas cumplen el "sueño" de celebrar los quince años de sus hijas

La celebración fue posible el viernes gracias a un acuerdo entre la fundación Alas de Amor y las autoridades del penal, que alberga a 1,300 mujeres, según datos oficiales.

Quinceañeras (versión mexicana de los dulces dieciséis a los quince), hijas de reclusos del Penal de Santa Martha Acatitla, celebran su cumpleaños número 15 dentro de las instalaciones del penal de la Ciudad de México el 30 de agosto de 2024.Silvana Flores / AFP

Un grupo de reclusas mexicanas cumplió el anhelo de celebrar los 15 años de sus hijas, gracias a un permiso que convirtió la prisión por unas horas en un lugar de fiesta animada musicalmente con valses y reguetón.

El sueño, compartido con las adolescentes, se veía lejano para estas cerca de 30 madres de la cárcel de Santa Martha Acatitla, en Ciudad de México, que solo ven a sus familias durante las visitas autorizadas.

"Nunca pensé que sí se iba a dar la oportunidad de tener mis quince años", dijo Jana, una de las homenajeadas, quien confesó que la posibilidad parecía tan irreal que su madre se mostró reacia cuando se lo propuso.

"Era mi sueño tener una fiesta (...), verme con un vestido", añadió la joven a reporteros sobre este ritual muy marcado en la cultura mexicana.

La celebración fue posible el viernes gracias a un acuerdo entre la fundación Alas de Amor y las autoridades del penal, que alberga a 1,300 mujeres, según datos oficiales.

Con vestidos de gala y un vals de fondo, las quinceañeras descendieron por una rampa de concreto hasta una explanada rodeada de muros con alambre de púas, para abrazarse con sus madres.

Una de las internas se dedicó enteramente a su hija: le arregló las uñas y pestañas postizas, le ajustó el vestido azul y le acomodó el cabello mientras la observaba con la cabeza inclinada y una sonrisa.

Luego le alcanzó una porción de comida y le cubrió la espalda enrojecida por el sol.

La fiesta fue amenizada por cantantes de reguetón e influenciadores virtuales populares entre las jóvenes. Jana logró un autógrafo del "Comandante Pioki", un policía que comparte videos de su trabajo en las plataformas TikTok y YouTube.

Emily no tuvo tanta suerte al pedirle sus lentes oscuros al reguetonero "El Bogueto", pero logró saludarlo.

Las dos se marcharon de la prisión felices por la celebración, pero sobre todo por haberles dado un poco de alegría a sus madres.

"Sé que mi mamá se queda contenta de poderme ver así vestida", afirmó Emily. "Dejo feliz a mi mamá, su sueño se cumplió de verme con un vestido", apuntó Jana.

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